Los plásticos son materiales sintéticos obtenidos mediante reacciones de polimerización a partir de derivados de petróleo, que gracias a sus diversas propiedades, constituye un material que puede moldearse y adaptarse a diferentes formas y aplicaciones. Los plásticos han hecho un gran aporte para solucionar varias necesidades de la sociedad, pero cuando estos materiales pierden la funcionalidad para los que fueron diseñados se convierten en residuos altamente contaminantes para el ambiente ya que su descomposición puede demorar más de 200 años.
En nuestro país se producen por año 12.325 toneladas de residuos de los cuales el 14% corresponde a material plástico. Según los datos relevados por el Observatorio Nacional para la Gestión de Residuos Sólidos Urbanos, el 44% del total de los residuos que se generan en la Argentina son vertidos en forma inadecuada, ya sea en rellenos sanitarios o en basurales a cielo abierto. Cuando esta gran cantidad de residuo plástico se deposita en rellenos sanitarios se corre el riesgo de que no solo se contamine el suelo sino también el agua presente debajo de la base del relleno sanitario, que con frecuencia constituye una fuente de agua pura.
Desde hace más de 40 años en Sarandí, partido de Avellaneda, funciona Reciclar S.A, una empresa industrial que revierte esta situación al recuperar envases de plástico y transformarlos en materias primas aptas para la industria. De esta manera, Reciclar S.A evita que 30.000 toneladas por año de botellas de gaseosas (600 millones de botellas) sean enterradas en basurales. Daniel Cappeletti, ingeniero industrial y director de la planta Reciclar S.A, asegura que “la gente no tiene conciencia del destino final de los envases. Nosotros frente a esta circunstancia tenemos una misión ecológica: producir hechos con desechos”.
Cadena de favores
La recolección de envases de PET post consumo comienza en las calles a través de la recolección informal. Hombres y mujeres recorren los puestos de residuos y recolectan envases de gaseosas, de bebidas carbonatadas, envases de sifones, envases de agua mineral y de bebidas isotónicas, que son descartados tanto de domicilios como de comercios. Este material lo reciben los grandes acopiadores que enfardan estos envases y los venden a las empresas recicladoras. “Gracias a la recolección informal se recicla entre el 30% y 35% de los envases de PET que se colocan en el mercado. Sin ellos este tipo de industrias no existiría” asegura Cappeletti.
Reciclar S.A. recibe en su planta el material enfardado por las empresas acopiadoras. Un 90% de envases de PET post consumo que reciben en la planta recicladora corresponde al trabajo realizado por recolectores informales y el 10% restante a envases que son descartados por la industria.
Una vez clasificado el material de acuerdo a color y tamaño de PET, se lo coloca en unas máquinas especiales que eliminan y descontaminan los envases de arena, piedras etc. Una vez limpio, el PET pasa a una segunda instancia donde se retiran etiquetas, tapas de polipropileno y anillos de seguridad. Luego, es sumergido en unos tanques especiales que por flotación separan el PET de otros polímeros más livianos. A continuación, se lava el material con tercioactivos para retirar los restos de etiquetas o adhesivos. En esta instancia, el material es apto para ser extruido. Las escamas producidas se enjuagan y centrifugan y los operarios separan los materiales ferrosos de los no ferrosos. Finalmente, el material se transporta por aire caliente para su secado final. Como resultado de este proceso se obtiene un producto apto como materia prima para producir resinas de poliéster, para láminas de PET que luego se termoforman, para fabricar hilados textiles, sunchos o flejes de PET.
Reciclar el residuo del residuo
Hace un tiempo atrás, dentro de la industria del reciclado, el revestimiento de envases de PET se lo consideraba un subproducto que era descartado como scrap. Por mes se disponían en rellenos sanitarios alrededor de 144 toneladas de etiquetas. En el año 2008 Reciclar S.A. decidió darle un valor agregado al scrap proveniente de su actividad de reciclado. Para ello, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica a través del Fondo Tecnológico Argentino le otorgó a Reciclar S.A. un financiamiento de $366.000 para que el personal técnico y especializado de la empresa desarrollara la secuencia de operaciones requeridas para el procesamiento de etiquetas, tapas y anillos de seguridad de envases. Gracias a este desarrollo, Reciclar S.A. recupera un material libre de adhesivos, tintas y plásticos, apto para ser extruido y pelletizado. De esta manera, la empresa ofrece al mercado industrial pellets que pueden reutilizarse en la fabricación de sunchos y caños de polipropileno.
Una vida reciclando
Seis años atrás la vida de Cristian Corbalán era muy difícil. Cristian no tenía trabajo y era uno más entre las 1.500 personas que cada noche recorre la ciudad en más de 500 carros para juntar entre la basura botellas de plástico. Para poder sobrevivir llevaba los envases a los centros de acopio para intercambiarlos por dinero. En uno de estos depósitos su historia tomó otro rumbo. Le ofrecieron un trabajo manipulando envases de plástico dentro del depósito.
Tiempo después, Cristian tenía la experiencia suficiente para dar otro salto importante en su vida. Se presentó en Reciclar S.A., empresa industrial dedicada a la recuperación de envases y materias primas industriales y se postuló para trabajar allí. Gracias a su experiencia en la manipulación de envases de plástico ingresó a trabajar en el sector de reciclado de PET, en la terminación del material.
Hoy, Cristian lleva en su espalda la experiencia que le dio la calle, lo aprendido en el depósito de acopio y sus sueños cumplidos por su puesto de trabajo en Reciclar S.A.: “Gracias a este trabajo pude formar mi familia que estando en la calle no lo iba a poder hacer, tengo mi propia casa y una hija hermosa”.