La planificación del día ya no termina en “echale tres de glifo y vamos a tomar unos mates”. Ahora, los productores necesitan llevar un manejo más detallado y logístico de sus sistemas. La causa es la aparición de malezas resistentes y tolerantes al glifosato, y con ellas el descubrimiento de nuevas tecnologías que intentan combatirlas.

Para analizar este nuevo escenario, Clarín Rural se reunió con un grupo de asesores y productores que trabajan en el norte de la provincia de Córdoba y buscan nuevas soluciones para controlar a las malezas “rebeldes”.

Para empezar, el ingeniero Sebastián Lattanzi, socio gerente de Agronomía Cano Agropecuaria y asesor privado, afirmó que hay que romper los paradigmas y cambiar una forma de trabajo que se había vuelto sencilla y rutinaria.

En este contexto, el desafío es volver a aprender e incorporar conceptos de manejo nuevos. El asesor recordó que los productores estaban muy acostumbrados a aplicar únicamente glifosato y obtener una respuesta rápida.

La diferencia es que los nuevos herbicidas tardan de dos a tres semanas para hacer efecto y esto conlleva que crean que los productos no son buenos o que hubo fallas en la aplicación, lo que trae como consecuencia más fumigaciones de las necesarias.

“Se ve claramente que salen a buscar todas las opciones de control que hay en el mercado porque se sienten desbordados y no encuentran una solución a sus problemas”, anunció Lattanzi.

El problema de los herbicidas posicionados para combatir las malezas es que actúan bien pero el productor todavía no sabe usarlos con eficiencia. “El 80% de estos productos no tienen registro sobre las malezas que actúan; por ende están en una etapa de prueba y error para ver los nichos en que cada producto ataca mejor”, indicó Lattanzi.

El rol de los asesores agronómicos recuperó un lugar central en esta nueva problemática, a partir de la demanda de nuevas tecnologías y de los famosos “herbicidas caros”. Los productores, además, piensan mucho antes de usar herbicidas alternativos, probando en forma sectorizada y haciendo compras masivas si los resultados ensayados fueron satisfactorios.

A su turno, el ingeniero Juan Julián Godoy, que también es asesor y productor en la zona, se reconoce como parte de la “generación RR” y coincide en que ahora hay que reutilizar técnicas y productos que estaban olvidados.

Esta coyuntura viene cambiando mucho de acuerdo al tipo de producto y la superficie que se trabaje. En los establecimientos más grandes se ve el cambio más fuerte, ya que son los que están más preocupados y los que más en serio se están tomando la situación, porque ven claramente la disminución del rendimiento en los lotes con presencia de malezas resistentes y tolerantes.

Antes, recordó el asesor, los productores usaban únicamente el glifosato para combatir las distintas malezas obteniendo resultados inmediatos y satisfactorios, independientemente de la época del año y del tamaño de la malezas. “El glifo parecía mágico, aplicabas y listo”, destacó Godoy.
En esta nueva situación, ya no basta con agrupar las malezas en las de hoja ancha y las de hoja fina, y es necesario conocer sus nombres científicos, su biología y también los distintos herbicidas y cómo actúa cada uno de ellos dentro de la planta. Esto está llevando a que los productores cada día se conviertan más en técnicos.

A pesar de que los nuevos herbicidas cuestan más, los productores los comienzan a elegir porque la relación costo-beneficio termina siendo favorable por la presión que ejercen las malezas resistentes sobre los rindes en el lote. Pero también es importante invertir en el uso de sojas STS, ya que hay variedades con muy buen potencial para estos ambientes. No ocurre lo mismo con el maíz, ya que la paleta disponible de maíces HCL es de menor rendimiento, en comparación con distintos híbridos que se encuentran en el mercado.

Así y todo, hay un creciente uso de estas herramientas, ya que muchos productores prefieren invertir en tecnología y no en genética. “Es que de nada te sirve contar con un híbrido con alto potencial si se tiene un lote complicado de malezas que te está limitando el rendimiento”, afirmó el asesor Juan Julián Godoy.