En el marco de la Jornada que realizo la Mesa de Enlace el 11 de diciembre en el Hotel Intercontinental de Capital Federal, dieron a conocer la presentación del trabajo “El potencial de producción de las actividades agropecuarias. Una visión al 2020”
El trabajo fue encargado por la CEEA a la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) con la colaboración de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) y el financiamiento del Fondo Federal Agropecuario.
El comunicado indica que: “A 30 años de la recuperación de la democracia desde el campo miramos hacia el futuro con una visión expectante, pero teniendo en cuenta que no existe un futuro promisorio sin un mejor presente. Ello requiere sincerar los graves problemas que enfrentamos hoy y que condicionan a nuestro futuro.
La ruralidad en su conjunto puede superar las 150 millones de toneladas de granos para el 2020; producir casi 4 millones de toneladas de carne bovina, más de 3 millones de toneladas de carne aviar y más de 18.000 millones de litros de leche, revivir las economías regionales y hacer de estas polos de desarrollo diseminadas en nuestra inmensa geografía.
El desafío que tenemos por delante como sociedad y la única forma sustentable de alcanzar este objetivo es hacerlo con más productores, con más arraigo y con más desarrollo territorial, con una visión federal y con la autonomía de recursos de cada provincia.
El país no puede desaprovechar el efecto multiplicador y dinamizador del campo que se vería reflejado en más inversión, comercio, empleos, mejores servicios, más exportaciones y divisas; en definitiva mayores recursos para una economía más diversificada capaz de cubrir sobradamente el consumo interno y la exportación.
En los últimos años se registró en las distintas producciones un proceso de estancamiento, motivado por una política económica que no reparó en la inflación y un incremento constante del gasto público, que llevó a la desaparición del superávit fiscal. Además de, claro está, políticas agropecuarias que tienen como características más salientes la alta presión tributaria, las distorsiones comerciales y el creciente deterioro en la competitividad. De continuar estas dificultades el sueño de lograr el potencial no se verá cumplido.
Un reflejo de ello es una disminución en la cantidad de productores, con un deterioro notable en las economías regionales y la consecuente desaparición de empresas agropecuarias.
Según las proyecciones internacionales el mundo va a continuar aumentando su demanda de alimentos, demanda que será atendida en un 70% por los países en desarrollo. La Argentina no puede quedarse afuera como proveedor de alimentos para el mundo.
La sociedad toda debe saber que el campo puede y quiere colaborar con el desarrollo económico y social del país, como lo hizo siempre. Sin embargo es preciso tener en cuenta que necesitamos condiciones diferentes a las actuales para alcanzar dichos objetivos.
Hoy a tres décadas de la recuperación de la democracia, desde el campo manifestamos al sector público y privado, a las organizaciones y a la ciudadanía en general, que en un marco de condiciones favorables podemos darle una respuesta madura a nuestra sociedad y al mundo.
Hacemos votos para que este 2014 podamos recuperar una visión de país que incluya a todos, dispuestos a que la democracia salde las deudas que todavía perduran, una sociedad que se anime a ir seriamente hacia un destino de mayor compromiso, más educada, institucionalmente seria, socialmente justa, y políticamente equilibrada”