La producción agrícola nacional tiene una nueva amenaza llamada Helicoverpa armigera, que fue detectada oficialmente en Brasil y Paraguay y es muy probable su detección en la Argentina, señalaron Enrique Lobos, profesor de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias de la Universidad Nacional de Santiago del Estero; Juan Carlos Morales, miembro de la Consultora Agropecuaria Rurais de Tucumán, y Daniel Igarzábal, especialista en Protección Vegetal, consultor privado y profesor de Protección Vegetal en la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Córdoba, según publicó La Gaceta de Tucumán.
Hace unos meses, Brasil se vio sorprendido por la noticia de la identificación de Helicoverpa armigera Hubner, entre sus poblaciones de plagas de la soja, maíz y otros cultivos. Este lepidóptero se encontró como el responsable de millonarias pérdidas, por el daño en las últimas campañas agrícolas en ese país.
Se trata de una oruga muy móvil, voraz y una especie con gran capacidad reproductiva (cada hembra puede poner unos 1.500 huevos), capaz de sobrevivir en ambientes extremos, explicó Lobos.
Como cualquier problema nuevo, hay que ir abriendo despacito el paraguas antes que llueva. Tomar previsiones, aunque esto no significa que "carguemos las armas" antes de tiempo. Primero hay que conocer muy bien el "blanco", para poder establecer las estrategias de manejo, apuntó Igarzabal.
Por otro lado, Morales indicó que a nivel mundial (Asia, África, Oceanía y Europa), en los cultivos de soja, algodón, maíz y tomate es la especie que causa mayores perjuicios y pérdidas. Esto se explica porque es una especie que presenta una serie de características muy particulares. Es polífaga y ataca a más de 100 especies de plantas, entre cultivadas y silvestres.
Ataca prácticamente toda la parte aérea de una planta, pero muestra una gran preferencia por órganos con altos niveles de nitrógeno, que se correlacionan con puntos de crecimiento (brotes) y órganos reproductivos: botones florales, flores, frutos (bochas de algodón, mazorcas de maíz, vainas de soja, poroto, garbanzo, silicuas de colza, aquenios de girasol, granos de sorgo), frutos de tomate, pimiento, citrus, para sólo mencionar algunos, detalló Morales.
En la campaña 2011-2012, se reportó que los tratamientos de insecticidas correspondientes al final de esa campaña (marzo 2012) fueron muy ineficientes para el complejo Heliothis/Helicoverpa, en algodón, soja, maíz y poroto. Esta situación estuvo focalizada en la zona norte (Bahía). Desde noviembre de 2012 hasta enero de 2013, hubo reportes de una altísima infestación de Helicoverpa, y controles sin resultados (algunos campos de algodón recibieron hasta 30 aplicaciones de insecticidas).