Pasan los años y avanzan las tecnologías, todos hablan del clima y se observan miles de pronósticos por doquier. Pero ¿Cuánta gente hay especializada en el tema? ¿Es posible pronosticar lo que sucederá en meses? En la siguiente nota explicaremos algunos conceptos y despejaremos ciertas dudas.
Dentro de las numerosas adversidades que sufre el sector agropecuario se encuentra el clima, que si bien siempre fue un tema importante a la hora de planificar una temporada, últimamente se ha vuelto el protagonista, siempre indescifrable y con algunos años de sequía que golpearon al productor y lo mantienen en vilo.
Se sufrió una importante seca durante el invierno y las primeras semanas de la primavera, pero finalmente a finales de octubre y principios de noviembre llegaron las lluvias a la región núcleo. Con el agua caída se lograron comenzar las tareas agrícolas con ciertas precauciones y rapidez, sin saber qué ocurrirá de aquí en adelante.
José Luis Aiello, Director Científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, intenta tranquilizar al hombre de campo afirmando que de ahora en más entraremos en un período de normalización de las lluvias, aunque confiesa que es imposible pronosticar con exactitud lo que sucederá en unos meses. Obviamente defiende lo dicho con tantísimos argumentos.
Explica que las lluvias pueden estar en el período estival alrededor de los valores normales, por lo menos por los indicadores que hay en escalas grandes. Pero después hay efectos regionales y escalas más cortas que no son pronosticables. “Es importante decirlo porque nunca se dice, nosotros no decimos que enero y febrero va a llover porque eso es imposible saberlo, el que dice eso miente o inventa” dijo Aiello.
Como mencionamos, en los últimos años el clima se ha vuelto indescifrable y se produjeron algunas sequías que sacudieron al sector, llegando en algunos casos a dejar en números negativos a ciertos productores. Se debe al calentamiento global que lleva a un cambio climático, produce una volatilidad, lo que significa que se producen lluvias intensas en períodos cortos, lluvias que en cuestión de horas descargan más de 100 mm y de pronto a sólo 30 km llueven sólo 20 mm.
Diseños de siembra
En tanto los períodos de sequía o de abundantes lluvias por encima de lo normal,
obedecen a los fenómenos del pacífico, al efecto del “enso”, es el “niño
oscilación del sur” que determina los fenómenos de “niño”, “niña” y/o
“neutralidad”. “De acuerdo a los indicadores y a las mediciones mundiales
estamos en una situación de neutralidad, o sea vamos a transitar esta campaña
sin un año niño ni tampoco niña” aclara el profesional.
Quien además recomienda y guía a los productores indicando que “las lluvias van a estar sujetas a los fenómenos regionales que son volátiles, y por eso es prudente que se hagan diseños de siembra siguiendo las lluvias normales”.
Este período seco de agosto, septiembre y octubre, tiene una componente estacional. Las lluvias se empiezan a regenerar a fines de octubre y durante el mes de noviembre hasta marzo, que siguen patrones con lluvias mayores. “Eso es lo que se puede esperar en esta zona” manifestó el Director de GEA.
Por otra parte, diferentes especialista hablan de ciertos ciclos climáticos de 30 años, algo que se va dando por etapas. Aunque Aiello asegura que eso es un “disparate” y mucha gente habla del clima sin tener la información necesaria. “Nosotros hemos analizado esos ciclos de 30 años y de la variabilidad de lluvias en Argentina explican sólo un 3%. Por el cambio global, la tendencia en este siglo es que las lluvias sigan siendo interesantes, con algunos pulsos secos y con algunos eventos niño” dijo el especialista.
Enseñanzas
Nos enseña además que en este tema hay 3 cosas fundamentales: hacer las cosas
bien, difundirlas adecuadamente y que el usuario las incorpore con un
conocimiento. Deduciendo que de las tres la más importante es la difusión,
porque llega a todos lados.
“Nosotros trabajamos con un proyecto muy coherente, muy serio con tecnología y es mucho más lo que no podemos hacer que lo que sí podemos. El pronóstico del tiempo con modelos numéricos como el que sale en televisión o en el diario tiene una validez de 4/5 días, al primer día el error es del 10%, o sea que una vez de cada diez el pronóstico no funciona. A 5 días el error es del 25%, una vez de cada 5 no funciona. Entonces si yo le digo que no puedo pronosticar bien los próximos 5 días, ¿me van a creer que le puedo decir cómo puede llover en enero?” planteó el de la BCR.
Ahora bien, para hacer bien las cosas y pronosticar adecuadamente lo más
eficaz posible, las herramientas son utilizar debidamente los indicadores de
gran escala para tratar de entender cuáles son las tendencias a nivel regional y
en períodos trimestrales.
Para hacer bien las cosas y pronosticar adecuadamente lo más eficaz posible, las herramientas son utilizar debidamente los indicadores de gran escala para tratar de entender cuáles son las tendencias a nivel regional y en períodos trimestrales.
A gran escala
Los indicadores de gran escala son fenómenos que producen lluvias a miles de kilómetros de distancia de aquí. “Si hoy llueve acá (Venado Tuerto) no es porque se talaron bosques o porque apareció una laguna, es debido a que hace dos días se generó un frente frío que está entrando a la pampa húmeda. Y en el verano va a llover o no, de acuerdo a la situación del pacífico ecuatorial central” dijo el profesional.
A su vez, no es casual que las lluvias alcancen valores mayores en la región a partir de noviembre y hasta marzo. Se da porque se instala el verano en el hemisferio sur y aparecen flujos de humedad de Brasil, los cuales están favorecidos o no por el estado del pacífico ecuatorial central.