Si bien a lo largo del mes se observaron precipitaciones, las mismas fueron favoreciendo a las regiones agrícolas en forma alternada. El sur de CB, el sur de BA, corredores del centro oeste de ER, el NEA parte del NOA, definen zonas que ya habían alcanzado valore normales de precipitación antes de este último evento. En las últimas horas del jueves 31 y durante la madrugada del 1 de noviembre, las tormentas lograron una vastísima extensión en el centro sur de Santiago, cetro norte de CB y SF, para luego desplazarse en franjas hacia la provincia de ER, disminuyendo hacia el noreste de la región pampeana, e incrementándose nuevamente sobre el NEA. La zona costera del noreste de BA y algunos partidos del interior de la misma región, son los que quedaron menos provistos.

Al traducir las lluvias registradas en anomalías, es decir,  en apartamientos de los registros observados respecto de los valores estadísticos del mes de octubre (1973-2012), resalta la sobreoferta de agua en toda la franja central, la cual queda claramente definida por el último evento y quebró de manera abrupta el patrón pluvial deficitario que venía instalado desde la salida del invierno en toda la zona núcleo. Se habían experimentado mejoras sectorizadas, en algunos casos muy destacadas, sin embargo sin la aparición de este evento, hoy la plaza no se movería en el ambiente relajado que ha generado la salida de la sequía  a escala regional. Aparece una franja donde las lluvias se han mantenido por debajo de los valores normales. La misma tiene su máximo sobre el noreste y desde allí se desplaza hacia el centro oeste de la provincia de BA. Esto genera un contexto de dificultades que sin embargo tiene posibilidades de mejorar en el corto plazo.

Durante las primeras jornadas de noviembre, las precipitaciones continuaron su derrotero hacia el noreste del país, tal como se observa en el mapa. Aparecen aquí algunas lluvias de importancia en el noreste de BA, modestas si se las compara con las observadas en la franja central, pero que aportan la humedad necesaria para el laboreo de siembras y el mantenimiento de pasturas. Son favorables las lluvias en el NEA y en la zona agrícola principal de Salta, donde igualmente se ha observado una gran dispersión de registros. Debe considerase que para Salta y la zona agrícola del NOA en general, estas lluvias son vitales dado que perfilan un rompimiento de la sequía que se vino imponiendo en las últimas dos campañas. También se posiciona bien la provincia de Chaco, tanto para la siembra de soja, como para el arranque de la siembra de algodón.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio
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