La ganadería argentina podría perder, a fines de este año, un millón de cabezas de su rodeo bovino. Es una luz de alerta luego de que, entre 2007 y 2010, el stock se achicara en 10 millones de cabezas por la intervención del Gobierno en el mercado de la carne y por una sequía atroz.
La nueva reducción del stock vacuno, calculada exactamente en 1,02 millones de cabezas, fue advertida por el productor Néstor Roulet en un informe que analiza la faena acumulada en el período enero
septiembre de 2013, la compara con igual lapso de 2012 y se proyecta para el resto del año.
De acuerdo con el estudio, entre julio y septiembre pasado se aceleró el crecimiento de la faena bovina y el acumulado enero
septiembre terminó en 9.575.451 cabezas. Eso representa una suba de 12,6% respecto de enero/septiembre del año pasado. Según el informe, de continuar esta tendencia, este año cerrará con una faena de 13.068.040 cabezas, 1,46 millones más que en 2012.
En este contexto, si se toma el stock inicial de 2013, de 50,89 millones de cabezas, y a esta cifra se le restan una mortandad del 3% (1,52 millones de cabezas) y la faena total estimada en casi 13,7 millones de cabezas, para luego sumar una producción de terneros de 13,57 millones de animales, la cuenta da que el rodeo final de 2013 sería de 49,87 millones de animales. Es decir, 1,02 millones de cabezas menos que el stock al comienzo del año.
Vale recordar que tras caer de 58 a 48 millones de cabezas entre 2007 y 2010, el rodeo logró recuperarse hasta los 50,89 millones que menciona Roulet.
El nuevo achicamiento proyectado del stock tiene que ver no sólo con que se aceleró la faena en general, sino que este fenómeno es notorio en las hembras, lo que significa que el productor deja de guardárselas y no apuesta a un crecimiento del rodeo. La participación de las hembras llegó en septiembre al umbral crítico del 43 por ciento, un punto y medio más que en igual mes del año pasado, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra).
Un control más
"Hay más participación de las hembras porque no es negocio la ganadería. Por ejemplo, entre enero y agosto de 2013 se faenaron 564.379 hembras más que en el mismo período de 2012. Si prorrateamos el aumento de faena mensual para el resto del año, 2013 finalizará con un incremento de 846.568 hembras faenadas con respeto al año pasado", explica Roulet.
Anteayer, en una reunión con exportadores y sindicatos de empleados de frigoríficos para avanzar, como ya adelantó LA NACION, en una rebaja de las retenciones a la carne, al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, le acercaron la información de que no se estaba respetando el peso mínimo de 300 kilos con los cuales los animales deben ir a faena en pie. Y además le informaron que entre los animales que iban a faena con menos de 300 kilos había muchas hembras.
Enseguida, Moreno ordenó acciones. Les pidió a representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que "no dejen matar más un animal de menos de 300 kilos".
Para ello, instruyó a que los veterinarios del organismo en los frigoríficos controlen que no arriben animales por debajo de ese kilaje. El funcionario también prometió sanciones si eso ocurre. "El peso mínimo de faena no se cumple. Puede ser que sí se cumpla en los frigoríficos que están más controlados por el Gobierno, que son unos 140 a 150 plantas, pero después hay otras 300 plantas donde no se respeta", admitió un operador del mercado.
El consultor Víctor Tonelli criticó la movida de Moreno. "Si quiere que aumente el peso de faena, que libere las exportaciones, baje las retenciones y con competitividad automáticamente subirá el peso de faena porque con el actual contexto [de intervención] se faenan animales livianos", opinó.
Tonelli indicó que dentro del 43% de faena de hembras lo que va como terneras que podrían ser futuras madres no supera el 10 al 12% y el resto está compuesto por vacas viejas o que no se preñaron y que el productor decide vender.