El trabajo que tuvo la participación de las entidades más destacadas a nivel nacional de los ámbitos público y privado, recomienda como distancia mínima 100 metros en caso de aplicaciones terrestres y 200 para las aéreas. Según los funcionarios, buscaron fundamentar con bases técnicas las decisiones políticas.
Finalmente el gobierno nacional, a través del Ministerio de Agricultura, difundió el documento final elaborado por una comisión de expertos de entidades públicas y privadas en las que fijan parámetros para orientar la regulación del uso de agroquímicos en proximidades a centros poblados de todo el país. Con las firmas de representantes de la cartera nacional, INTA, SENASA, Comisión Federal Fitosanitaria, AACREA, AAPRESID, CASAFE, CIAFA (Cámara de la Industria de Fertilizantes y Agroquímicos) Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica (CPIA), la Federación Argentina de a Ingeniería Agronómica (FADIA), la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FeArCA) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), se recomienda como distancia mínima 100 metros en caso de aplicaciones terrestres y 200 para las aéreas.
El trabajo se titula “Pautas sobre aplicaciones de productos fitosanitarios en áreas periurbanas” y responde -según se explica en el cuerpo del mismo- a que “la consideración sobre el ambiente está creciendo”, así como al “alto grado de preocupación” que se evidencia en lo referente al uso de estos productos. Del mismo modo que se advierte que “la utilización de fitosanitarios en la producción de alimentos es fundamental y necesaria para producir de manera más estable y eficiente, siguiendo normas de calidad con el consiguiente beneficio para la sociedad y los consumidores”.
El objetivo del documento es brindar un aporte como material de referencia
científico y técnico para ser utilizado por todos los actores relacionados a
este tema, con el propósito de fijar estrategias precisas que aseguren el uso
adecuado y control de las aplicaciones de fitosanitarios a fin de asegurar la
salud de las personas, animales
y plantas, así como también del ambiente que los rodea, de la producción agropecuaria y del patrimonio de terceros, en el marco de las buenas prácticas fitosanitarias.
En agosto, durante el congreso de AAPRESID, el Secretario de Agricultura Lorenzo Basso lo había anticipado: “Estamos a punto de emitir un juicio de valor de cual es la distancia mínima de fumigación, en función del tipo de aplicación (terrestre o aérea) y el tipo de producto”, dijo, y explicó que el objetivo era “fundamentar con bases técnicas las decisiones políticas”. Al respecto vale mencionar que el trabajo consta de 34 carillas, de las cuales 17 son citas bibliográficas que aportan sustento técnico en base a experiencias científicas y regulatorias en todo el mundo.
Basso había indicado también que se buscaba “difundirlo rápidamente para que los intendentes y consejos deliberantes sepan a qué atenerse cuando emiten una resolución determinando un área límite de fumigación, porque no todos los productos son iguales y los sistemas de aplicación tampoco”.
Además, el funcionario había adelantado que este dictamen sería el primer paso para avanzar con una ley del parlamento nacional. “Lo que se hará, probablemente, es enviar esto al Congreso -anticipó- para que se incorpore en una futura ley de agroquímicos”.
Acompañamiento
La Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas de Argentina (FeArCA), acompañó a
la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de la Nación,
con la finalidad de unificar criterios para que los intendentes y presidentes
comunales tengan herramientas a la hora de legislar los protocolos y ordenanzas
en todo el territorio nacional donde se desarrolle la producción agropecuaria.
“Nuestra Federación reúne a las Cámaras y empresas que como actividad profesional realizan aplicaciones aéreas para la producción agropecuaria. Esas aplicaciones cumplen con especificaciones precisas del ingeniero agrónomo que elaboró la receta de aplicación y de la ordenanza de cada localidad. El objetivo de este documento es trabajar en unificar criterios sobre distancias que nos den un orden y criterios a la hora de ejercer nuestro trabajo profesional teniendo en cuenta que muchas veces un aplicador aéreo realiza su trabajo en diversos puntos del país, en distintos municipios y comunas que tienen diferentes pautas por cultivo, productos y regiones. Desde Fearca buscamos la profesionalización y capacitación permanente de nuestras empresas y para eso necesitamos un marco general que nos permita avanzar, siempre respetando la legislación y la autonomía de las localidades donde desarrollamos nuestra tarea”, afirmó Orlando Martínez, presidente de FeArCA.
Vale mencionar que el trabajo consta de 34 carillas, de las cuales 17 son citas bibliográficas que aportan sustento técnico en base a experiencias científicas y regulatorias en todo el mundo
Referencia
“El objetivo del documento es brindar un aporte como material de referencia científico y técnico para ser utilizado por todos los actores relacionados a este tema, con el propósito de fijar estrategias precisas que aseguren el uso adecuado y control de las aplicaciones de fitosanitarios a fin de asegurar la salud de las personas, animales y plantas, así como también del ambiente que los rodea, de la producción agropecuaria y del patrimonio de terceros, en el marco de las buenas prácticas fitosanitarias”, afirma el documento que además trae un trabajo comparativo de legislaciones y aplicaciones en España, Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Alemania, Brasil, Chile y Uruguay.