Es decir antes de que la misma logre consolidarse con actividad de importancia sobre la franja central del país, los sistemas de presión la desviaron hacia el este, marginando la posibilidad de que se observen precipitaciones destacadas. Desde el último fin de semana se ha experimentado un cambio de circulación que ha fortalecido el ingreso de aire cálido y húmedo. Esto en principio ha favorecido el aumento de actividad, sin embargo las lluvias nuevamente han sido pobres o nulas en la zona núcleo. Se esperaba un comportamiento más generoso que facilite algún tardío auxilio para el trigo, sin embargo, el frente transitó velozmente la franja central del país y dejó las lluvias más destacadas en el NEA, en el corazón de la zona algodonera. Al menos podemos destacar que no se espera un cambio de masa de aire., el cual quedará restringido a la zona sur.
Lo único que puede verse como positivo de este último pasaje frontal, justamente se vincula a la circulación de aire y no a los exiguos y dispersos montos de lluvia. De sostenerse la tendencia que el viento mostró en las últimas dos semanas de septiembre y la primera semana de octubre, difícilmente podríamos proyectar mejoras de mayor calibre. Debemos reconocer que el inicio de precipitaciones del semestre cálido tiene un marcado atraso, lo cual es particularmente irregular para la Mesopotamia y esto ha golpeado en forma destacada al oeste entrerriano, el cual junto con el este santafesino se acopló al comportamiento de clima mediterráneo, normalmente más seco hasta estas fechas.
Como consecuencia de la falta de precipitaciones, son vastos los sectores en sequía sobre la franja central del país. Es difícil encontrar zonas donde el trigo pueda ver satisfecha su demanda, justo en su período de floración. Las lluvias observadas son ínfimos comparados con las necesarios para sacar un lote del estado de sequía.
La situación de partida para la segunda quincena de octubre está definida y no es buena sobre el oeste. La reposición ha sido muy pobre y las perspectivas de lluvia de corto plazo se mantienen en el mismo sentido. En todo caso de concretarse precipitaciones, serán de volumen bajo, eventualmente favoreciendo recargas superficiales. De validarse este panorama ya hay que pensar en la segunda quincena de octubre, la cual deberá aportar las lluvias que ya no se están concretando en este primer tramo. Desde el punto de vista estadístico esto complica el andar del mes donde normalmente hay un repunte destacado de las lluvias.
En los últimos años han sido comunes eventos anómalos que pueden compensar la falta de precipitaciones de todo un mes. De mantenerse la recirculación de aire húmedo y templado, sin una irrupción de aire frío, esta situación podría aparecer. Los pronósticos de corto y mediano plazo no se inclinan, sin embargo, por resultados muy generosos. Cruzando el pronóstico con la estadística es posible que el mes de octubre aún sienta la señal deficitaria que dejó septiembre sobre el oeste. Lamentablemente es muy vasta la zona que padece este problema, ya que con matices, el mismo se extiende por gran parte del oeste entrerriano, casi todo SF, la provincia de CB y el noroeste de BA.
- Por CCA - exclusivo Agrositio
- Si desea obtener mas información sobre clima, haga click AQUI