En términos absolutos, hasta el momento los productores han negociado algo más de 33 mill tt , lo que deja entrever que resta por venderse aproximadamente 15.5 mill tt cuando han transcurrido cuatro meses desde que ha finalizado la cosecha.

Mirando hacia atrás, este volumen excede en un 27% el remanente más elevado observado para la segunda semana de este mes que data de la temporada 07/08 (12 mill tt), lo que brinda un interés particular a la comercialización de soja disponible en momentos en que el foco comienza a trasladarse al nuevo año comercial.

Por su parte, en comparación al máximo histórico de ventas para esta época que data del ciclo 09/10, los productores hasta ahora se desprendieron de casi 11 mill tt menos.

La incertidumbre política de corto plazo, sumado al escenario devaluatorio que en combinación a una política fiscal muy expansiva (acelerada en vísperas de las elecciones legislativas del mes próximo) está incrementando la tasa de inflación, dan forma a un panorama ideal para que el farmer selling en nuestro país se encuentre muy retrasado.

En este contexto, la oferta prefiere retener la mercadería ya que ve en la soja la manera de estar cubierto contra el tipo de cambio oficial, e indirectamente contra la suba generalizada de precios.

A propósito de lo anterior, el mercado está proyectando actualmente una depreciación del tipo de cambio superior al 2% en forma mensual, lo que supone que el peso perdería un 30% de su valor en un año. Para ese mes hoy se descuenta que el dólar oficial se acercará a $7.

No obstante, esta mirada resulta parcial toda vez que el estricto control de cambios que existe a nivel local no permite acceder a la compra de dólares en forma legal, alterando la rentabilidad del negocio en moneda dura.

Si pensamos en dólares genuinos podemos estar expuestos a una pérdida importante si postergamos las ventas, habida cuenta de que el valor de la divisa podría pegar un gran salto a partir de noviembre (post comicios), cuando el Banco Central deje de sacrificar reservas para sostenerlo (últimamente entre U$S 50 y 100 millones diariamente).

La soja blue (concepto que expresa el precio de la soja en pesos ajustado por el tipo de cambio informal); nos está dando en la actualidad un valor inferior a U$S 210, y a menos de que este cultivo logre afirmarse en el mediano plazo todo hace indicar que iremos nuevamente a perforar el piso de U$S 200.

Dicho de otro modo, en moneda fuerte podemos sufrir una pérdida de valor si retenemos la mercadería más tiempo, y como ejemplo podemos citar lo observado en mayo pasado cuando el dólar paralelo valió $10.50 y la soja blue cayó a tan sólo U$S 165.

Asimismo, debe advertirse que para aquellos que tenían oferta disponible en marzo fueron los que obtuvieron el mejor precio, considerando que en ese momento la soja blue llegó a su máximo 12/13 de U$S 230.

Por otro lado, desde el punto de vista de la estacionalidad de precios, la diferencia máxima entre cosecha vieja y nueva ha tendido a alcanzarse entre mediados de agosto y mediados de septiembre en los últimos años, lo que resulta un elemento adicional para desprenderse de la soja disponible y comprar un contrato de la nueva (mayo 14) en caso de que tengamos perspectivas alcistas en los próximos meses para este mercado.

Consideramos que el mercado nos está dando señales contundentes de que debemos desprendernos de la soja disponible y tomar acciones. Como reserva de valor deberíamos demandar dólares para protegernos en un contexto incierto que llevaría a una inexorable devaluación en los próximos meses (apoyado en que las reservas del Banco Central están en su menor nivel en más de 6 años), y por otro lado, en caso de que tengamos una mirada alcista de mediano plazo tendríamos que en simultáneo comprar soja de la próxima campaña para arbitrar ese inverse.

Fuente: AgroEducacion