Apoya este pronóstico en la abundante oferta de hacienda liviana proveniente de los feedlots y en la escasa cantidad de animales desarrollados que puedan ser terminados en las próximas semanas. Según Tonelli, el ganadero que pueda agregarle kilos a sus novillos recibirá un premio en el precio: de los $ 18 por kilo de res en gancho que obtiene hoy podría aspirar a $ 19/19,50 a fin de año.

Los novillos pesados se cotizan firmes porque la exportación está empezando a operar algo más que en los meses anteriores por la mayor depreciación del peso. "En julio se exportó un volumen de carne superior al de junio y al de mayo", distingue Tonelli.

Las vacas gordas también escasean. Las compradas por la exportación se pagan $ 8 por kilo, 50 centavos menos que las buenas para carnicería. El valor podría perder fuerza recién a fin de año, cuando aparece en el mercado la vaca gorda de campo.

Otro analista del mercado ganadero, Fernando Canosa, no prevé grandes cambios en la oferta en lo que resta del año. "En los últimos años los repuntes de precios han ocurrido en febrero/marzo, cuando estacionalmente se repite un faltante de gordo", recuerda.

En los últimos meses el ritmo de la demanda en el mostrador no provoca un aumento de precios para la hacienda. "La población recupera lentamente el consumo de carne vacuna, compra más producto, pero eso no repercute en el precio del ganado porque hay suficiente oferta", añade.

Otro consultor expresa: "El precio de la hacienda no tiene margen para seguir bajando mucho luego de dos años de caída, pero tampoco hay factores que impulsen una suba importante en el corto plazo". Y agrega que la faena aumentó respecto del año pasado. "Este comportamiento debería mantenerse en el segundo semestre, por la oferta estacional de los feedlots y por la mayor matanza de hembras que ya no se retienen".

Oportunidades

"Si la ganadería argentina volviera a conectarse con el mercado internacional con un tipo de cambio más competitivo y si se solucionaran otros problemas políticos, se podrían concretar varias oportunidades", dice el consultor. La primera es la cuota 481. La Argentina ha presentado hace más de un año a la Unión Europea toda la documentación requerida para participar por este cupo de 48.000 toneladas de cortes provenientes de animales terminados a grano, pero la respuesta habría quedado suspendida a causa de la expropiación de YPF. Uruguay, está embarcando más cortes bajo el cupo 481 que bajo la cuota Hilton. Debe recordarse que la carne que ingresa a Europa bajo esta cuota no paga aranceles de importación.

La Argentina dispone de granos forrajeros más baratos que los de otros países y cuenta con un gran número de corrales habilitados que podrían abastecer 10.000 toneladas de este cupo en los primeros años.

Otra oportunidad es el mercado chino. Si bien en los últimos meses se han venido embarcando entre 500 y 700 toneladas mensuales, esta plaza podría comprar volúmenes mucho mayores en el mediano y en el largo plazo. Uruguay ya está vendiendo a China ocho veces el volumen que ubica nuestro país. En los últimos seis meses, las compras chinas de carne vacuna se han multiplicado varias veces y se calcula que entre China y Hong Kong comprarán 600.000 toneladas de carne vacuna en 2013. En este caso, tenemos la ventaja de que la Argentina ya ha logrado el acceso a este importante mercado, que comparte sólo con Australia, Uruguay, Nueva Zelanda y con Canadá. Tanto EE.UU. como Brasil no acceden al mercado chino por razones sanitarias.

También hay que considerar el mercado de la Unión Europea. Después de la fuerte caída experimentada por las importaciones de cortes vacunos en la segunda parte de la década pasada, en el último año se nota un sostenido aumento de las compras europeas, de las cuales ya están beneficiándose Uruguay, Australia y Brasil.