Mejores perspectivas de cosecha en los Estados Unidos volvieron a hacer retroceder a la soja, que perdió 0,7% ayer en Chicago y cerró en u$s 486,2.
El valor está muy por debajo de los u$s 638 por tonelada que se pagaba en esa plaza por la tonelada de soja el año pasado, a esta misma altura, momento en el que los agricultores argentinos deciden la siembra del poroto estrella del país.
Adicionalmente, las posiciones futuras perdieron más valor en Chicago. El contrato a Noviembre bajó 6,3 dólares, a u$s 472,8 la tonelada. Mientras el inicio de la cosecha se prevé para octubre en el país del norte, mayor productor mundial de la oleaginosa, en noviembre se generalizará la recolección de una producción que, según quién lo pronostique, será de entre 88 y 95 millones de toneladas.
La semana pasada, un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) resultó alcista para el precio de la soja, al bajar de 93,1 a 88 millones de toneladas la proyección de cosecha. Pero algunos analistas creen ahora que el recorte fue exagerado, es decir, que la oferta será mayor.
El mercado local repitió la tendencia y la soja cerró en $ 1.798 por tonelada.
Pese a que los valores de la soja no acompañan la decisión de siembra, se espera que los productores nacionales incrementen levemente la cantidad de hectáreas destinadas al cultivo, por encima de las 20 millones de toneladas. Pero el motivo no está en el precio de la soja, sino en el aumento de los costos de producción y en el valor del grano que le compite en espacio en buena parte del territorio: el maíz.
El cereal, que valía hace un año u$s 316 por tonelada en de Chicago, cerró en u$s 192 ayer. El precio literalmente se desmoronó en julio, de la mano de las proyecciones de producción récord en Estados Unidos: se estima que cosechará 350 millones de toneladas este año.
Ayer, el grano perdió más de u$s 4 como consecuencia de precipitaciones favorables en el centro-oeste estadounidense, y de la toma de ganancias por parte de los inversores.
En el plano local, el maíz disponible negoció a u$s 155 por entrega inmediata.
La suba de los costos en general en la Argentina, y en particular para la siembra, hacen más atractiva a la soja, porque supone un menor desembolso, y también, un menor riesgo.
Se estima que sembrar una hectárea de soja cuesta cerca del doble que el
maíz, además de que en términos climáticos, la soja resulta más resistente.
Por eso, especialistas asumen que la decisión de siembra de soja se incrementará
en la Argentina en el ciclo 2013/14.
Brasil, el segundo productor mundial de soja, también sufre este año por la suba de costos de producción. Pese a que en el socio del Mercosur hay que sumar los altos costos de transporte, que también reducirán los márgenes de la soja, el cultivo promete menos riesgos ante una caída de los precios locales del maíz, la recuperación de las cosechas en Estados Unidos y la apreciación del dólar frente al real.