La última semana ha transcurrido sin que se observaran precipitaciones de importancia, consolidando el comportamiento deficitario de lo que va del mes, que solo en dispersos sectores del este de la región pampeana se ha visto moderado con una mejor oferta de agua. De todos modos, estas áreas reducidas con mejor provisión tampoco han logrado sumar las lluvias normales de agosto. Las temperaturas también han sido un rasgo característico de esta semana. Desde el sábado las mismas comenzaron con una tendencia ascendente que se sostuvo hasta la jornada de ayer donde el norte de la región pampeana presentó máximas superaron los 30°C.

Lo sucedido en la última semana es un claro ejemplo de que no solo es necesario que se presente el dominio de una masa de aire cálido y húmedo para que se concreten precipitaciones, sino que también es importante la actividad que exhibe la atmósfera en los niveles superiores. Deben aparecer mecanismos que favorezcan el ascenso de aire, es decir que promuevan la inestabilidad. En las últimas horas el avance de un sistema frontal desde el sur ha dejado algunas lluvias extras, pero siguiendo la característica del patrón conducente: muy escasos milimetrajes y con gran dispersión, en general recostadas sobre el este.

Bajo las actuales circunstancias, a las puertas del dominio de una masa de aire de origen polar, el mes de agosto prácticamente ha cerrado desde el punto de vista pluvial. Debido a que se esperan al menos tres días en los cuales el invierno regresará a pleno, con heladas que el sábado seguramente se harán sentir en gran parte de la región pampeana, el patrón seco instalado se fortalece. La dinámica para salir de este persistente déficit pluvial no se perfila para lo que resta de agosto. Aparecen indicios de mayor actividad hacia el final de la primera semana de septiembre, pero el trimestre de invierno cierra deficitario. Esto queda claro al observar el mapa de anomalía de precipitaciones del trimestre frío.

Los departamentos del centro este y sudeste entrerriano se suman a gran parte del este y el sur bonaerense para la porción de la región pampeana donde las reservas para una pastura sostienen un nivel adecuado. Luego de una semana seca, esta categoría se ha vuelto más puntual en el centro este de CB, predominando en el resto de la zona núcleo las reservas regulares.

Como hemos mencionado antes, la ineficiencia dinámica para producir precipitaciones que ha caracterizado a la atmósfera en el mes de agosto se está pagando con un lógico retroceso en las reservas, el cual no ha sido mayor sólo por la época en que estas deficiencias pluviales se producen. Sobre el norte del territorio entrerriano, el sur santafecino y en el oeste de la franja mediterránea se afianzan las reservas escasas, incluso en áreas reducidas aparecen los primeros signos de sequía.

La disponibilidad de humedad posiblemente sea mayor para las sementeras de trigo, sin embargo el panorama comienza a ajustarse. Decíamos la semana pasada, que estas situaciones suelen tener su lado bueno en el fortalecimiento del sistema radicular y por lo pronto todo indica que por diez días más este hecho será puesto a prueba. O sea los trigales deberán abastecerse de agua desde niveles más profundos.

La evolución del régimen pluvial del invierno ha sido muy distinta a la del año pasado. La transición hacia la primavera debería promover progresivas mejoras. Esto se notaría una vez que comience a retroceder esta potente irrupción de aire polar que se está concretando, quizá la última de las contadas que hubo durante este invierno. Este avance de aire frío algo atrasado, relega por completo la posibilidad de que se concreten las tormentas de finales de agosto que el imaginario popular ha instalado con el nombre de Santa Rosa.

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