Si el productor piensa en la soja como salvación, allí los números para la nueva campaña tampoco lucen bien por la baja de precios, los costos y la carga impositiva.
Según un informe del productor Néstor Roulet, para la soja de la próxima campaña, considerando un rinde promedio de 2550 kilos por hectárea (obtenido el último ciclo) en campo propio se pierden 20,62 dólares por hectárea.
En campo alquilado, el quebranto es mayor: es negativo en US$ 132,41 por hectárea.
"La alta presión impositiva y el aumento constante de los costos convirtieron en negativos los márgenes del cultivo de la soja", indicó el productor, ex vicepresidente además de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Como el maíz, la soja también afronta un escenario de precios en baja. A esta altura del año pasado, los negocios forward para el nuevo ciclo se hacían en 310 dólares por tonelada; ahora ronda los 275 dólares.
Pese a que el productor pierde plata, lo interesante es que el Estado igual gana: según Roulet, por retenciones (35%) y otros impuestos se llevará el 45,4% del ingreso generado por una hectárea de soja en campo propio, equivalente a 504,15 dólares por hectárea.
Todo abajo
Para el Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en campo propio los números tanto del trigo -cuya campaña ya esta en marcha- como los de maíz y soja son negativos.
"Restando de los márgenes brutos los costos de estructura, aun para las zonas altamente productivas, como el norte de la provincia de Buenos Aires, se presentan márgenes netos negativos de US$ 173 por hectárea en el caso del trigo, si el rendimiento se ubica en torno de los 35 quintales por hectárea. En el caso de soja y maíz, con rendimientos de 28 quintales y 75 quintales por hectárea, los márgenes negativos alcanzan los US$ 23 por hectárea y US$ 22 por hectárea, respectivamente", señala el informe, hecho con datos del INTA.