El margen de rentabilidad en soja cuando el campo es arrendado resulta sumamente ajustado para el productor del centro-norte de la provincia de Santa Fe, región en la que gran parte del campo que se cultiva no es propio. Tres ejemplos ilustran lo aseverado: en el departamento General Obligado, el 60% del campo trabajado es arrendado; en Las Colonias, el 65% y en el departamento San Justo, el 70%.
Un trabajo elaborado por el Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe analiza este tema ya concluida la campaña sojera 2012-2013, en el que señala que en el centro-norte de la provincia de Santa Fe, el costo de arrendamiento varía entre los 4 y 12 qq/ha.
“En campo propio, los ingresos del productor representaron el 19% del ingreso bruto para un rinde promedio de 30 qq/Ha, en tanto, cuando el campo es arrendado ese ingreso llega a reducirse en algunos casos al 4%”, dice el informe.
Si bien existen varios sistemas de arrendamiento, el que prevalece en la zona es el que se determina por cantidad de quintales para el arriendo. Otros sistemas contractuales determinan un porcentaje y en función de una escala según los rindes obtenidos.
Dos factores aportan un contexto complejo para la toma de decisiones frente a la próxima campaña sojera: por un lado, la tendencia a la baja en el precio internacional de la soja y, por el otro, la fuerte presión fiscal que comprende tanto para los productores que trabajan en campo propio como para aquéllos que lo hacen en campo arrendado. Del total de impuestos que se pagan, el 97% ingresan al Tesoro Nacional y el 3% a la provincia. La carga impositiva por hectárea en los departamentos San Justo y Las Colonias es el equivalente a 12 qq. de soja y en General Obligado a 8,3 quintales.
Computados todos los gastos y pago de retenciones e impuestos, con un rendimiento de 30qq, en el departamento San Justo, al productor le quedaron U$S 76,78 (5%); con igual rendimiento en el departamento Las Colonias, U$S 63 (4%) y en con un rinde de 21 qq, en el departamento General Obligado, U$S 57 (5%).
Ante estos números, el trabajo del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa concluye que “para los productores que trabajan en campo arrendado si no aumentan significativamente sus ingresos, sea por mayor rendimiento o mayor precio, los resultados estarán más cerca de la línea de quebranto.
“El escenario para la próxima campaña se presentará con muchas dificultades no sólo por la presión fiscal a los que están sometidos, sino también por las dificultades financieras que se generan como consecuencia del aumento de los costos de producción. Ante este panorama es necesario ajustar el valor de los alquileres”, dice el informe de la BCSF.
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