El mercado internacional esta netamente enfocado en la campaña norteamericana de maíz y soja, y las perspectivas productivas son buenas. Esto lleva a fuertes ventas de especuladores, a pesar de que hay elementos que podrían ayudar a poner pisos, pero en los cuales hoy el mercado no se logra enfocar, ya que la expectativa de gran producción obnubila a los tarders.

En este contexto se espera el lunes próximo un nuevo reporte de oferta y demanda del USDA, pero que no es un reporte más. En el mismo se revisara el área de soja. Recordemos que para el informe que se difundió en junio, quedaba mucho por sembrar, y el organismo oficial norteamericano ya anuncio que realizaría un recalculo, que de justificarlo, se vería reflejado en cambios para este informe. Por el lado de maíz, este reporte utilizara como elemento para calcular el rendimiento esperado observaciones a campo, y ello podría inspirar un cambio en las proyecciones. El promedio del mercado espera un poco más de maíz y algo menos de soja para EEUU, pero lo que terminara de mover al mercado será el juego de expectativas vs realidades.

Frente a la cercanía del reporte, y ante el hecho de que podría haber sorpresas, en las últimas ruedas vivimos un cierre de posiciones. Como los fondos venían vendiendo fuerte, compraron para neutralizar posiciones, y por ello vimos subas sobre el final de la semana. Independientemente de la razón por las que estas mejoras se produjeron, ayudaron a formar un punto de apoyo desde el punto de vista técnico, que podría convertirse luego en un piso.

Los factores alcistas a considerar son que todavía faltaría ver cuánto sembrará Sudamérica, y el desempeño del clima por nuestras latitudes. En tanto también la demanda viene muy firme, y esto es señal de que los valores son lo suficientemente bajos como para despertar el interés comprador.

En cuanto al trigo, la demanda internacional sigue muy activa, y esto evita que sus valores se deterioren más. Este año no hay problemas productivos serios, aunque las variables productivas podrían haber sido mejores tanto en EEUU como en Europa y la zona del Mar Negro. Esto evita que el trigo continúe con su derrape, pero no es suficiente para despegar su cotización de la tendencia negativa general del mercado.

En el plano local en tanto la soja recupero algunas posiciones de la mano del alza del exterior, pero las ventas se hacen rogar, por un lado porque los precios no convencen, pero más que nada por la incertidumbre en cuanto a las definiciones en materia económica y financiera que se podrían tomar tras las elecciones legislativas. En cuanto a la soja nueva, los precios no convencen a nadie, y si sumamos los elementos que se comentaron antes, vemos que hay muchos puntos a definir antes de dar por buenos los bajos precios actuales. De todas formas no debe olvidarse que hay herramientas de cobertura que permiten poner pisos, que aunque son bajos, generan la tranquilidad de poder cuantificar cual sería el peor escenario.

En el caso del trigo lo que se debe tener en cuenta es que como en el norte y centro del país se ha sembrado poco, y ese trigo es el primero que llega al mercado, se seguirá en un contexto ajustado, y ello permite que se sostengan buenos precios, entre 190 y 200 U$S/tt, que aunque no cierran en los márgenes productivos, son relativamente elevados al comprarlos con los de soja. Por ello no sería mala idea tomar condiciones de trigo a fijar por soja para congelar la relación de precios y esperar a ver qué pasa con los valores de la oleaginosa en el largo plazo.

En maíz la recomendación ante los bajos precios es la misma: aprovechar la buena relación de precios con la misma para hacer negocios a fijar y utilizar como cobertura las mismas estrategias que las sugeridas para la soja.