El Subsecretario de Lechería de la Nación, Arturo Jorge Videla, dijo que aspira a “que se de rápido a la luz” el “Estudio de Competitividad de la Cadena Láctea” que develaría la rentabilidad de cada eslabón. Mientras tanto, el precio de la leche en góndola de la Argentina es más alto que en Londres.
Mientras la leche argentina fue noticia esta semana por ser más cara al consumidor que en Londres, la capital más costosa del mundo, también se supo que a un año de ser anunciado -con el compromiso de publicarse en 60 días- el famoso “Estudio de Competitividad de la Cadena de Valor Láctea” aún está en veremos. Sin ponerse colorado, fue el propio Arturo Jorge Videla, Subsecretario de Lechería de la Nación, quien deseó públicamente durante una entrevista radial en Sunchales: “Aspiramos a que se de rápido a la luz”.
El meneado trabajo se propone lo que no pudieron producción e industria desde que en 2002, a raíz de una de las peores crisis en la historia del sector, se sentaron en la Mesa de San Francisco: determinar con qué porcentaje del negocio total se queda cada eslabón de la mal llamada cadena láctea (en una cadena todos los eslabones “hacen fuerza para el mismo lado”). Esto, se supone, develaría quien se queda con la mejor porción de la torta.
El años pasado Videla tuvo la insolencia de prometer que estaría terminado en sólo dos meses, con el evidente objetivo -que logró con el apoyo de las entidades de productores socias de “el modelo”, entre ellas la mesa santafesina de tamberos MeProLSaFe- de desarticular las protestas de los productores, que mantenían varias industrias bloqueadas mientras tiraban la producción.
“Llevó todo una presentación por parte de las entidades de la producción, sobre los números de costos, en función de los pequeños, medianos y grandes tambos”, recordó el funcionario nacional a Radio Belgrano de Sunchales, emisora en la que suele hacer declaraciones. Y agregó que “la industria presentó también su trabajo, en este caso a través de un estudio que nucleaba a unas 200 industrias. Ahí se tenían presentes los costos del sector industrial en función de si estaban posicionadas en el mercado interno o externo”. Según dijo, como a ambas presentaciones se le hicieron observaciones “todo eso está en un proceso de análisis”.
Mientras tanto, un relevamiento hecho por el diario Ámbito Financiero en diferentes supermercados del mundo mostró que, al cambio oficial, los precios de la leche en la Argentina, entera y en envase tetra brick de un litro, superan holgadamente los de Inglaterra, Estados Unidos y España, entre otros.
En Londres, por ejemplo, una de las ciudades más caras del globo, el litro de leche cuesta 0,8 pounds. Al cambio oficial de $ 5,45, ese precio equivale a $ 6,59, mucho menos que en la Argentina, donde un litro de leche en las góndolas tiene un valor que oscila entre los $ 8,50 y los $ 10,50, según marca y calidad del producto.
Los dos países que sí sacan una diferencia más jugosa en cuanto al precio de este lácteo (tomando en este caso el dólar paralelo) son Brasil e Israel, que se destacan por sus altos precios en diferentes rubros. En ambos se paga $ 11,47 el litro de leche. Sin embargo, queda por debajo de los $ 9,50 si se lo compara con el dólar oficial, ya que se paga $ 7,35 y $ 7,24, respectivamente.