La cebolla sanjuanina, con Jáchal como su principal exponente, parece tener una mejor temporada ya que frenó la brusca reducción de superficie que venía acarreando en los últimos años: estiman fuentes oficiales y privadas que se ha sembrado un 25% más de hectáreas que la temporada anterior, aunque igual se está lejos de las 1.112 hectáreas registradas en el 2007, el último parámetro exacto que se obtuvo con el Censo Agrícola, según publicó Diario de Cuyo.
Este salto se lo atribuyen a que el bulbo se terminó vendiendo a un buen precio, que las perspectivas son alentadoras y que el ajo, su ‘’primo’’ en la chacras locales, no levanta cabeza y muchos productores cambiaron de cultivo este año.
Por otro lado, los empresarios insisten que sigue siendo un ‘’cuello de botella’’ el alto impacto de los costos, en especial la mano de obra. También sigue esta hortaliza sin encontrar un rumbo claro en la provincia al todavía carecer de estadísticas finas, no tener programas oficiales de desarrollo y la baja tecnificación que hay en las fincas, que atentan cada año con la calidad y rindes de este bulbo.
‘’Si bien no tenemos estadísticas concretas, a la vista está que más productores decidieron apostar a la cebolla, se nota mucho esto para el lado de Pocito y eso es un buen síntoma para un cultivo que no venía muy bien. Que un año haya más o menos superficie tiene más que ver con cuestiones de mercado y coyunturales, que con otra cosa’’, dijo el secretario de Agricultura de la provincia, Andrés Díaz Cano.
El puntapié para que en esta campaña más fincas se siembren con cebolla tiene que ver con que la bolsa en la última etapa de comercialización de la hortaliza tuvo un repunte muy fuerte: empezó la temporada en los mercados a 17 pesos, luego subió a 19 pesos, dio un salto importante hasta los 31 y, quienes pudieron retener la producción, llegaron a vender la bolsa de 25 kilos en marzo sobre los 38 pesos. La clave está en aguantar en los galpones las bolsas pero para eso el chacarero requiere infraestructura, la cual hoy carece.