La hacienda bajó su precio de un año a esta parte y el consumo creció más de 7% en el país, de la mano de bajas exportaciones. Así lo expresa el último informe de coyuntura de la Cámara de la Industria de la Carne, Ciccra, que da cuenta de un retroceso promedio del 3% de los valores de las principales categorías de hacienda en pie (ternero, novillo, novillito, toro, vaca y vaquillona) entre mayo de 2012 y mayo de 2013.

Según el informe, si se considera el valor de las diferentes categorías en dólares oficiales, la baja fue de casi el 18 por ciento.

Este comportamiento de la hacienda, según el informe, plantea una incógnita sobre el futuro del negocio ganadero que empieza a notarse en la dinámica de la producción.

Uno de los indicadores de que la ganadería pierde rentabilidad es la llamada liquidación de vientres que implica la faena de hembras. Según Ciccra, el mes pasado la participación de las hembras en la faena total llegó a 42,8%. En los primeros cinco meses del año, las hembras representaron un 11,5% más en el total faenado que en igual período del año pasado. Estos porcentajes son los que nos llevan a creer que en el segundo semestre del año puede recomenzar una nueva liquidación de hembras, expresa Ciccra.

El otro indicador que refleja la merma en la rentabilidad es el peso de faena de los animales: cuanto más livianos se mandan a faena, menos interés hay en engordarlos, porque el precio del kilo de carne no paga la retención del animal. El peso de faena también es un indicador que Ciccra muestra en baja desde 2011 a esta parte.

La baja del precio de la hacienda colaboró en que el precio de la carne en góndola no avance al ritmo de la inflación de otros productos y el consumo de carne vacuna por habitante creció 7,3% en lo que va del año contra los primeros cinco meses de 2012: se ubicó en un promedio que, anualizado, resulta en 60,7 kilos de carne por habitante.

En mayo, la faena total fue de 1,08 millones de cabezas, y la producción de carne creció 6,5 por ciento.