Con la presencia del Ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Arrieta, sesionó hoy en el Municipio de Cañuelas el Consejo Asesor del Instituto de Investigación y Desarrollo tecnológico para la Pequeña Agricultura Familiar del INTA (IPAF Región Pampeana). En la reunión se presentó el Protocolo Recomendatorio para el desarrollo de producciones agroecológicas en zonas periurbanas de localidades pampeanas, con restricciones para las pulverizaciones con agroquímicos.

En la apertura de las sesiones estuvieron presentes también el Director del IPAF Región Pampeana del INTA, Dr. Gustavo Tito; el presidente del CIPAF, Víctor Di Tella; el Director de Fiscalización del Area de Uso Agropecuario de los Recursos Naturales de la cartera bonaerense, José Luis Forquera; la Directora de Gestión del Ministerio de Asuntos Agrarios, Diana Barcia; los concejales del municipio de Cañuelas; los consejeros representantes de las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires; referentes de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, representantes de los consejos asesores y del sistema de extensión del INTA, referentes de las organizaciones de productores familiares de la región pampeana y de las Universidades Nacionales que integran el Consejo.

PROTOCOLO RECOMENDATORIO

En territorio bonaerense ya son más de 23 los distritos que cuentan con ordenanzas que delimitan el uso de agroquímicos, según datos relevados por el Ministerio de Asuntos Agrarios.

Las pulverizaciones con agroquímicos en áreas periurbanas constituyen un importante factor de conflictividad debido a posibles efectos negativos sobre la salud y el ambiente de cada localidad.

Estas situaciones demandan la intervención de las autoridades locales y de todas las instituciones científico-técnicas, para promover procesos de desarrollo territorial que garanticen la producción agroalimentaria de calidad en los periurbanos, la salud pública y que contribuyan al bienestar general de la población.

Las áreas periurbanas resultan oportunidades para fortalecer la producción de alimentos en forma agroecológica, contribuyendo a la soberanía alimentaria de las localidades y vinculando los espacios de producción, distribución y consumo en el territorio local.

El protocolo presentado está pensado no sólo como herramienta para orientar el abordaje de estos procesos territoriales, sino también para mejorar la situación integral de los agricultores familiares como actores relevantes en la producción agroalimentaria pampeana.

Para la construcción de este Protocolo se tomo en consideración la experiencia del trabajo realizado en conjunto con diferentes organizaciones e instituciones en localidades de la región pampeana, entre ellas San Genaro (Santa Fe), Cañuelas (Bs. As.) y Mar del Plata (Bs. As.). En las mismas la problemática ocasionada por las pulverizaciones en áreas periurbanas determinó la sanción de diferentes ordenanzas para regular el uso de agroquímicos.

A su vez la diversidad de modos de afrontar la situación se ve plasmada en las diferentes acciones y medidas complementarias implementadas en cada localidad, determinando las particularidades de los procesos en marcha. El análisis crítico de estos y otros casos, permite tomar elementos para elaborar el presente protocolo como una herramienta donde plasmar puntos relevantes de los mismos independientemente de la situación actual de las experiencias.

El Protocolo es un trabajo conjunto abordado por el IPAF Región Pampeana del INTA, la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, el Grupo de Estudios Agrarios y el Foro de Universidades para la Agricultura Familiar de la Región Pampeana. Tiene por objetivo ofrecer a los actores locales un protocolo como herramienta guía para el abordaje de procesos de desarrollo territorial que garanticen la salud pública, la producción en cantidad y calidad en los periurbanos, y que contribuyan al bienestar general.

Busca asimismo colaborar en la mejora de la situación integral de los productores familiares al permitirles abordar una transición de un modelo de producción localmente conflictiva a un sistema agroecológico que considere la puesta en valor de su producción.