Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), emitió un comunicado de prensa en el que asegura que “la lechería argentina se encuentra estancada en niveles idénticos al de la convertibilidad, a pesar de lo que sostiene el Ministro de Agricultura, Norberto Yauhar”.
Asimismo, la entidad presidida por Rubén Ferrero, aseguró que el sector “atraviesa un proceso de estancamiento debido a la falta de políticas públicas para el sector, encerradas dentro una macroeconomía inestable que genera un proceso inflacionario persistente que dispara los costos y erosiona la competitividad. La paralización en la producción es fácil de comprobar al ver que la producción de 2012, en 10.900 millones de litros, es similar a la de 1999, que alcanzó los 10.329 millones de litros, según las propias estadísticas oficiales. Mientras tanto nuestros países competidores han crecido más del 50% en el mismo período”.
“Ante la falta de crecimiento del sector lechero, el Gobierno Nacional insiste en mirar otra película, tergiversando la realidad con la intención de engañar a la opinión pública en general, afirmando, por ejemplo, que existe un incremento de la producción y una mejora en las condiciones económicas de los tamberos”, denunció CRA.
Y agregó: “Nada más lejano a la realidad del hoy en día donde los perjudicados de las distorsiones de precios continúan siendo los tamberos y los consumidores. Como ya lo hemos afirmado, los números para la producción primaria de leche no son suficientes: mientras que el precio que se le paga al productor por un litro de leche apenas alcanza en promedio los $/lt 2 el costo de producción supera $/lt 2,3; es decir los costos son un 15% mayor a los ingresos. Por su parte, los consumidores, producto de la inflación, pagan un 400% más que lo que recibe un tambero por un litro de leche”
Por último, CRA manifestó que “para devolver la competitividad al sector tambero es necesario generar de manera urgente mejores condiciones macroeconómicas que garanticen un verdadero crecimiento, con baja inflación, eliminación de los controles de precios y un marco de previsibilidad y confianza”.