El mercado de granos está operando con un ojo puesto en la apretada situación de oferta y demanda norteamericana, y otro en el ritmo de siembra en ese mismo país, para una campaña que al menos en los papeles debería ser de fuerte recomposición de stocks. La firmeza en el mercado disponible y la debilidad del viejo han llevado a que en Chicago el mercado inverso (posición futura de cosecha nueva cotizando por debajo de las posiciones más recientes) se hiciera extraordinariamente grande, lo que se traslada en precios locales para la soja noviembre incluso inferiores a los de la soja mayo, cuando lo normal es un premio de 10 a 20 U$S/tt para noviembre.

Mientras los precios de la cosecha nueva de maíz y soja se caen, los compradores chinos dan un paso a adelante y comienzan a tomar posiciones. Esto es una muestra de que la demanda sigue estando presente, y que quizás los precios se están precipitando algo más de lo conveniente para el escenario que se viene. Sobre todo pensando que con precios tan bajos, el noroeste Argentino y Brasil tendrán dificultades para sembrar soja.

En el mercado local los precios de la soja no terminan de atraer el interes de los productores, que van dilatando la venta lo mas que pueden. Saben que deberán generar ingresos para cubrir los vencimientos de tarjetas rurales y préstamos que se dan entre mayo y junio, pero demoran hasta último momento la decisión, con la expectativa de que algún movimiento de último momento les permita “licuar” con una suba en el precio de la soja estos valores.

Distinto es el panorama con el remanente productivo una vez pagados los compromisos. La intención de venta es nula. Los granos que le queden al productor serán su moneda de cambio para encarar el nuevo ciclo, pero los pagos se generan más cerca de fin de año, ya que están relacionados con las labores de implantación de maíz y soja. Como gran parte de los productos a comprar cotizan en dólares, en caso de vender y recibir pesos, se producirá un descalce de monedas que con la incertidumbre reinante es inaceptable.

El maíz por su parte está bastante demandado en el mercado, ya que los barcos van llegando, pero al haber mayor cantidad de maíz de segunda, la mercadería no fluye a los puertos en la medida esperada. Ello hace que se paguen precios muy cercanos a la paridad teórica por entrega inmediata, pero esto podría desaparecer rápidamente.

En el caso del trigo el mercado disponible está en llamas. Es muy difícil conseguir grano, ya que la campaña fue muy mala, y el grueso ya se comercializó. SI lo que se busca es trigo de calidad, la situación es todavía peor. Si sumamos a esto el desmanejo que se hizo de los ROE VERDE en esta campaña, donde primero se autorizaó un tonelaje excesivo, que luego no se permitió embarcar, dejando a los exportadores comprados, y a los molinos sin trigo, vemos que será muy difícil lograr que los productores se embarquen nuevamente con este cereal. Por ello el área de siembra sólo crece marginalmente, de 3,4 a 4,0 mill.tt. en el mejor de los casos.

En este sentido la promesa de devolver con certificados los derechos de exportación del trigo, generan mucha incertidumbre y directamente no son tenidos en cuenta por los productores dentro de su cálculo de rentabilidad. Dos comentarios se repiten cada vez que el tema aparece “para que nos descuentan del precio el derecho de exportación y luego lo devuelven” y “andá a saber si te pagan… si no están devolviendo las retenciones de IVA por las ventas de grano que deberían ser automáticas desde hace dos años”.

Trabajaremos en mayor detalle las siguientes cuestiones:

  • La siembra en EEUU: demorada pero en marcha. Se terminará de sembrar, la duda es el impacto en rinde que esta siembra tardía podría tener
  • La escases de soja en EEUU forzaría importaciones de harina de soja sudamericana, mientras que en maíz los barcos ya van en camino.
  • Cómo podría impactar una variación de rinde en Norteamérica? Se está descontando el mejor escenario posible, pero uno un escalón por debajo podría dejar problemas de abastecimiento
  • Mirando la película a más largo plazo, la soja tiene más chances de rebotar que el maíz.
  • Recomendaciones

 

 

La siembra en EEUU: demorada pero en marcha. Se terminará de sembrar, la duda es el impacto en rinde que esta siembra tardía podría tener

La campaña de maíz viene muy demorada en la implantación. El motivo es que en el noroeste las temperaturas han sido muy bajas, mientras que en el oeste de los grandes lagos (Iowa, Nebraska, Illinois) el problema fue el exceso de humedad. El este de los grandes lagos así como el sudeste de EEUU disfrutaron de un clima más favorable, y compensan en parte los atrasos antes mencionados.

En lo que hace a soja también se verifican atrasos en el ritmo de siembra, aunque en este caso la preocupación no es tan grande, ya que la ventana de siembra es más larga, y recién inicia, por lo que hay tiempo todavía para recuperar ritmo sin mayores inconvenientes.

Sin embargo la última semana registró un clima más favorable para la implantación. Si bien se dieron algunas lluvias, las mismas fueron menores, y las temperaturas estuvieron en niveles más altos. Por ello el consenso de mercado es que para el lunes por la tarde nos podríamos encontrar con un ritmo de siembra del 60% en maíz. De todas formas el año anterior para esta altura estábamos ya cercanos al 90%, aunque al ser un año de siembra muy rápida, no debería tomarse como punto de comparación. Normalmente deberíamos estar en 70% para esta altura del año.

Es importante mencionar que lo que temíamos no era tanto que no se sembrara, ya que en años anteriores el productor norteamericano ha dado ya muestras de su capacidad de trabajo a campo, y por otro lado, con el sistema de seguros implementado en ese país, la preocupación por el impacto que puede tener un rinde bajo se ve minimizada, con lo que hay un fuerte incentivo para sembrar de todas formas, a pesar de saber que se corre un riesgo climático mayor, ya que esa eventualidad justamente es trasladada a terceros por medio del seguro.

En conclusión se terminará sembrando toda el área proyectada de maíz, y si hay un paso de esta superficie a soja debería ser menor. No obstante, en términos productivos hay mayores riesgos: se terminará sembrando todo el maíz junto y tarde. Esto lleva la floración más hacia el verano, y por lo tanto acrecienta el riesgo climático. En el caso de la soja como ya comentamos, la situación no es tan preocupante ya que la demora no ha llegado al extremo del maíz.

La escases de soja en EEUU forzaría importaciones de harina de soja sudamericana, mientras que en maíz los barcos ya van en camino.

Mientras las posiciones de cosecha nueva (en soja noviembre en adelante, en maíz diciembre en adelanta) sufren por la perspectiva de una importante recuperación en los stocks, las posiciones disponibles están muy firmes, ya que tras una cosecha 2012/13 menguada en ambos productos, y una demanda internacional muy fuerte de soja, y un consumo interno activo de maíz, ha llevado a que los consumidores de estos granos en EEUU tengan serias dificultades para abastecerse.

En el caso de la soja ya se venía con compras muy fuertes en la primera parte de la campaña comercial, pero cuando llegaba el turno de que Sudamérica relevara a EEUU como origen de porotos de soja en el mundo, las demoras en la recolección y los problemas logísticos en Brasil forzaron a que ese proceso se demorara, y los compradores siguieron llevándose granos de Norteamérica. Si sumamos a eso que los productores viendo el atraso en la producción de soja no quieren vender los stocks remanentes por temor a no poder sembrar y quedarse sin reservas, a los procesadores se les hace muy complicado abastecerse.

En el caso del maíz la situación es distinta, ya que las exportaciones norteamericanas menguaron fuertemente. Los altos precios hicieron que otros países se encargaran de abastecer al mundo, como Europa del Este y Brasil. Sin embargo, el consumo dentro de EEUU, si bien se redujo contra lo que ocurría en otros años porque los altos precios del maíz disuadieron a los compradores, fue absorviendo la baja oferta de este año, y la caída reciente en los precios del grano volvieron rentable tanto la producción de etanol, como la de carnes.

La situación descripta catapultó los precios de los granos físicos en EEUU, haciendo que los “basis”, es decir la diferencia que hay que pagar sobre el precio de Chicago para hacerse de granos, se dispararan a niveles escapados de toda lógica. Ello puede corregirse tanto porque el basis baje, o porque Chicago suba, y en realidad como lo que está en el fondo es la gran falta de mercadería física, la lógica es que sea el mercado de Chicago el que suba. Por ello los precios de las posiciones de corto plazo se disparan, generando diferenciales de precio enormes con los valores de cosecha nueva.

En un mundo ideal, sin costos de transacción, el alto precio de los granos en EEUU, en el marco de valores más lógicos en el resto del mundo, debería hacer que los consumidores norteamericanos compraran granos de otros orígenes y que esto calmara el mercado interno. Sin embargo en el mundo real no es tan sencillo que un comprador que está habituado a abastecerse con los productores de la zona a través de una cadena comercial bien aceitada, recurra a comprar en el exterior. Justamente esos son los costos de transacción, que están asociados a la operación de importación, pero que no son exactamente el precio de los granos a comprar:

  • El tiempo que hay que dedicar para estructurar una operación que no es habitual y que no se debería repetir a futuro.
  • Los problemas legales, financieros y administrativos para que firmas que habitualmente venden al exterior, ahora compren.
  • Las cuestiones de logística interna, que no son iguales tampoco para exportar que para importar.
  • Los volúmenes necesarios para que la operación resulte económica, toda vez que los altos costos fijos y los costos de fletes se harían prohibitivos para negocios chicos.

Todo esto hace que tenga más sentido para los compradores aceptar costos más altos en el mercado interno, antes que incurrir en todas estas dificultades para importar. Pero con los altos diferenciales, llega un momento que los mercados se arbitran.

En el caso del maíz ya hay confirmación desde fuentes Argentinas de que los barcos que vienen a buscar granos locales están nominados, y llegando. En soja mientras tanto se están haciendo algunas operaciones, pero hay dificultades adicionales: en el caso de Argentina el contenido de proteína de la soja es inferior a la de EEUU, con lo que la sustitución no es perfecta, y la necesidad de soja por parte de otros compradores también impide que el diferencial de precios entre EEUU y la soja Sudamericana puesta en EEUU sea competitiva.

El mercado tiene ya incorporadas las importaciones de maíz, pero no las de soja, por lo tanto si finalmente estas se producen los valores de Chicago deberían aflojar.

Cómo podría impactar una variación de rinde en Norteamérica? Se está descontando el mejor escenario posible, pero uno un escalón por debajo podría dejar problemas de abastecimiento

Es importante notar que las cifras que el USDA está proyectando en su balance de oferta y demanda mundial son un escenario de máxima. Los rindes tomados son muy altos, y el año ya está dando señales de dificultades.

Comenzando por el maíz, es importante notar que el rinde tomado en el informe de mayo (9.900 kg/ha) estuvo por debajo del que se utilizó para realizar las proyecciones en febrero (10.300 kg/ha) con lo que ya hay un ajuste por la siembra tardía. Aun teniendo en cuenta un aumento en el consumo, los stocks norteamericanos según el USDA, se duplicarían con creces, y la relación stocks/consumo pasarían de un nivel ajustado de 7% a casi 16%. Pero si en lugar del rinde que tomó el USDA usáramos el promedio simple de las últimas cinco campañas, que está en 9.400 kg/ha, los stocks subirían sólo 10 mill.tt. lo que es un 50% más de todas formas y el stock/consumo pasaría de 7 a 9,6%.

Maíz

USDA mayo

Año anterior

Var. Año ant.

Outlook

Var inf. Ant.

C/ rinde prom

Area

Sembrada

39,38

39,34

0,04

39,05

0,32

39,38

Cosechada

36,22

35,37

0,85

35,94

0,28

36,22

Rinde

Kilos / ha

9.917,10

7.745,38

2.171,72

10.268,59

-351,49

9.384,84

Stock inicio

19,28

25,12

-5,84

50,90

-31,62

19,28

Producción

359,17

273,83

85,35

369,02

-9,85

339,92

Import.

0,64

3,18

-2,54

0,64

0,00

0,64

Oferta total

379,09

302,12

76,97

420,56

-41,47

359,83

Cons. Forraj.

135,26

111,77

23,50

137,20

-1,94

135,26

Alim., semilla e industria

159,90

152,03

7,87

155,20

4,70

159,90

Etanol

123,20

116,85

6,35

118,80

4,40

123,20

Uso interno

295,16

263,79

31,37

292,40

2,76

295,16

Exports.

33,02

19,05

13,97

38,10

-5,08

33,02

Uso total

328,18

282,84

45,34

330,50

-2,32

328,18

Stocks finales

50,90

19,28

31,62

90,06

-39,15

31,65

Stocks / consumo

15,5%

6,8%

8,7%

27,2%

-11,7%

9,6%

 

En el caso de la soja, el USDA no hizo ajustes en los rindes respecto al usado en las poyecciones para el OULOOK FORUM de mayo. El rinde estimado es de casi 3.000 Kg/ha, y también teniendo ya presente que el consumo subirá gracias a la mayor disponibilidad de granos, los stocks se duplicarían y la relación stocks/consumo pasaría de 4% a 8%. Pero si en lugar de ese rinde tomáramos el promedio de las últimas 5 campañas de 2.800 kg/ha (el año pasado fue menor a 2.700 kg/ha) los stocks bajarían, y esto no es admisible. En este escenario los valores deberían catapultarse para volver a restringir el consumo.

Soja

           

USDA mayo

Año anterior

Var año ant

Outlook

Var. Inf ant

C/rind prom

Area

Sembrada

31,20

31,24

-0,04

31,24

-0,04

31,20

Cosechada

30,84

30,80

0,04

30,80

0,04

30,84

Rinde

Kilos por ha

2.993

2.663

330

2.993

0

2800,29

Stock inicio

3,40

4,60

-1,20

7,21

-3,81

3,40

Producción

92,26

82,05

10,21

92,16

0,10

86,35

Imports.

0,41

0,54

-0,14

0,40

0,01

0,41

Oferta total

96,07

87,20

8,87

99,78

-3,71

90,16

Molienda

46,13

44,50

1,63

45,20

0,93

46,13

Exportación

39,46

36,74

2,72

40,80

-1,34

39,46

Semilla

2,37

2,45

-0,08

3,70

-1,33

2,37

Residual

0,90

0,14

0,76

0,00

0,90

0,90

Uso total

88,83

83,82

5,01

89,70

-0,87

88,83

Stocks finales

7,21

3,40

3,81

10,08

-2,86

1,33

Stocks / Consumo

8,1%

4,1%

4,1%

11,2%

-3,1%

1,5%

 

Mirando la película a más largo plazo, la soja tiene más chances de rebotar que el maíz.

Mientras que en la estructura de oferta y demanda de maíz EEUU retiene una posición privilegiada, como mayor productor, consumidor y exportador en forma individual, en el caso de la soja Brasil ya lo ha superado, y desde hace años que el conjunto sudamerciano representa una mayor parte del mercado por el lado de la oferta.

En cuanto a la demanda, la sumatoria de China y Europa es el principal destino, y dentro de estos el factor dinámico es China, con su consumo en forma creciente.

Supongamos que todo salga bien en la producción de maíz y soja de EEUU. En ese caso el mercado de maíz quedaría abastecido prácticamente para toda la campaña, y no sería necesario que se mantuvieran los niveles de producción más elevados de Rusia y Brasil. Por ello los precios caerían para desalentar la implantación de un grano que no será tan necesario.

En soja mientras tanto aún será necesario que Sudamérica siembre. Pero para lograr que se mantengan o incrementen las producciones por nuestra región como el USDA proyectó en mayo, se necesitará que los precios hagan que el área marginal sumada en el noroeste de Argentina y el noroeste e Brasil se sostenga. En ambos casos el flete se hace muy gravitante en el costo de la producción, y además en Brasil se requiere una gran inversión en fertilizantes y agroquímicos, que sólo tiene sentido en la medida que los precios se mantengan elevados.

Recomendaciones

El mercado de Chicago está descontando el escenario de rindes más auspicioso para maíz y soja, generando caídas en las posiciones 2014 que podrían ser exageradas. Prueba de esto son las compras de maíz y soja nueva por parte de China.

Sin embargo el mercado con mayores chances de rebote es el de soja, toda vez que además de tener que esperar para ver que nos depara el clima norteamericano en julio/agosto, habrá que generar las condiciones para que Sudamérica vuelva a tener una cosecha importante.

Viendo que en el mercado local la relación entre el maíz y la soja está en 56% (relación histórica 52%, mejor relación 62% año anterior), y que el precio que se está pagando por el maíz es más alto de lo que una estimación de precio FOB para la cosecha nueva sugiere, creemos que sería un buen momento para ir tomando negocios de maíz a fijar por soja.

En cuanto a cosecha vieja recomendamos esperar a ver como el desajuste del mercado norteamericano termina acomodándose. La mercadería sudamericana será muy necesaria este año, y podrían haber valores más altos. Lo idela sería esperar esta circunstancia con algún tipo de cobertura, pero los precios relativamente bajos hacen que los valores no sean tan interesantes. 

Agrositio Noticias

Por Lic. Dante Romano - Analista del Mercado de Granos