En agosto del año pasado, el Gobierno cambió abruptamente las reglas de juego de este mercado, bajando el precio del producto para las petroleras y subiendo los derechos de exportación.

Esta tenaza constriñó por igual a grandes, medianas y pequeñas empresas que habían nacido a la luz de lo que se entendía era una política de Estado: sustituir energía no renovable por renovable e impulsar la industrialización de la ruralidad.

Pero la peor parte se la llevaron las pequeñas industrias que, distribuidas en el interior del país, se dedicaban a abastecer al mercado interno del corte obligatorio.
"De las medianas, hay alguna que otra funcionando, y de las chicas, sólo las que tienen un buen esquema de integración", señala una fuente.

Es que, recientemente, el Ministerio de Planificación, un área que históricamente apoyó la política de sustitución de energías, comenzó a aplicar un sistema de precios desdoblado para los proveedores de biodiesel. Por ejemplo, mientras para las grandes compañías el precio al que las petroleras le compran el biodiésel es de $4.660 la tonelada, para las medianas el valor trepa a $5.426, y para las chicas, a $5.484, es decir una brecha de 24% en función de la escala.

"La medida es correctiva, pero recién se dio a conocer con valores que son retroactivos a diciembre. Las fábricas no podían entregar sin precio y quedar supeditadas a lo que finalmente dispusiera la Secretaría de Energía", afirman las fuentes.

En julio del año pasado, cuando todavía regía un precio único, éste trepaba a $5.196. El cambio normativo redujo ese valor a $4.405 por tonelada, es decir un 15% menos.

Los nuevos valores significan una mejora en términos absolutos de $255 para los grandes fabricantes y de $1.079 para las pequeñas.

"El tema es que las fábricas chicas o medianas que dependen del abastecimiento del aceite están muy complicadas, porque es un mercado que en definitiva lo terminan formando las grandes", continúa la fuente.

Además, el parate en las actividades de segundo piso, esto es de las proteínas animales, desincentiva los márgenes de las pequeñas aceiteras al no haber demanda del expeller. "Basta con que las grandes aceiteras salgan a ofrecer harinas Hi Pro (alta proteína) al mercado interno, para que el precio se termine de planchar", agrega.

Pero, según la fuente, el panorama se termina de complicar al no haber una definición sobre la política energética, donde se juega la interna entre el Ministerio de Planificación y otras áreas del Ejecutivo, como Comercio Interior o Economía. "Tratamos de explicarles que se gasta más importando gasoil que apoyando a la industria del biodiesel, pero parece que nadie tiene en su poder la definición", continúa.

Febrero fue el peor mes en materia de exportaciones de biodiésel desde mayo de 2008. Para tener una idea de la caída abrupta que ha sufrido, según la Cámara Argentina de Biocombustibles se exportaron 45.000 toneladas este año contra 155.742 de febrero de 2012.

En tanto, el informe de RIA Consultores basado en datos de la Aduana da un volumen de 37.212 toneladas contra 155.065 para ambos meses. La hecatombe exportadora ocurrió a partir de setiembre, ya que hasta agosto había venido en crecimiento, con volúmenes que llegaron a rozar las 200.000 toneladas en alguno de los meses previos.

En setiembre, ese volumen se redujo a 79.100 toneladas, y a partir de allí siguió bajando a excepción de enero, donde se percibió un tibio repunte hasta las 107.250 toneladas, según Carbio.

"Realmente vemos que estamos muy lejos de todas las metas que se habían planteado, como llegar a un corte de 10% -ni siquiera estamos cumpliendo con el 7%- o el 20% para el transporte", se lamentaba la fuente.

Por su parte, el Presidente de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB),  Carlos Paredes, manifestó que “las expectativas para este 2013 son de incertidumbre”, no sólo por los vaivenes que presenta el mercado en general, ya que el aceite acompaña las fluctuaciones de la cotización de la soja en el plano internacional, sino también por las políticas que se están aplicando, según informó el portal surtidores.com.ar

No obstante, lo que preocupa a los industriales es “la falta de previsibilidad”. En este sentido, el dirigente explica que más allá de la publicación de los nuevos precios, que alcanzan para cubrir las necesidades del rubro, “seguimos igual”.  Critica que “no hay reglas de juego claras porque primero entregamos producto y pasan dos meses sin saber el precio que vamos a recibir”

Carbio mostró la importancia estratégica del  biodiesel para la economía argentina

En el marco de Expoagro, el Lic. Luis Zubizarreta y el economista Santiago Sánchez de la Cámara Argentina de Biocombustibles, CARBIO,, presentaron la importancia estratégica de la producción de biodiesel en nuestro país y mostraron diferentes escenarios para poder proyectar esta industria en Argentina.

Precios del aceite, derechos de exportación, internas gubernamentales,  costos de producción. Una gran cantidad de variables se conjugan para que lo que era una naciente industria del biodiésel se encuentre sumida en una profunda crisis estructural.