En la parte norte de la zona núcleo, la cosecha de soja se está largando con todo. Para alegría de muchos, los rindes, por ahora, son alentadores.

Claro está: nos referimos a una buena zona y a sojas de primera.

Se calcula que algo más de un 5% de la superficie se ha levantado ya.

Frente a la entrada de la soja, el mercado argentino siente la presión sobre todo en la plaza que opera en el disponible.

Recordemos que esta campaña está caracterizada por el retraso en las siembras, como consecuencia de las lluvias de noviembre y diciembre.

A su vez en esta campaña, los productores sólo habrían realizado ventas anticipadas, forward o futuras, por apenas poco más de un 10%. Nada más.

En anteriores campañas, tal ratio solía llegar a 30% ó más aún.

Esto permite prever un importante número en las órdenes de venta.

Dadas las necesidades financieras de la producción, es lógico aguardar una sobre oferta en el mercado doméstico en el próximo mes.

Tal cuadro nos lleva a estimar una acentuada presión a la baja en los valores, fundamentalmente acá. Los últimos días lo revelan claramente. Y hoy, más aún.

Por la soja con descarga inmediata, hoy 18 de marzo, el precio ha sido de $ 1.610 por tonelada. Y por la oleaginosa con descarga diferida, u$s 320.

Otro tema central es el de Brasil. Más del 50% de la superficie ya está cosechada. La trilla avanza con agilidad. Y medida que lo hace, se va confirmando la estimación de una gran cosecha.

Esta visión sobre la gran oferta del vecino país acentúa el interés de los importadores del mundo en la soja de América del Sur, quienes buscan precios competitivos aún con los problemas que deben asumir en los puertos de Paranaguá y Santos. Se trata de un volumen 82 millones de toneladas solamente de este país. O quizás, algo más.

Mientras tanto, los operadores dirigen su mirada a la próxima siembra en América del Norte. Si ésta se concreta en el nivel estimado, los techos de los precios tenderán a la baja aún más.

Pese a estos factores poco amigables con los precios, habrá que recordar que los stocks mundiales siguen comprometidos.

A la fecha, el ratio stock/consumo es el más reducido desde mediados de la década de 1960.

Por ello, si levantamos la vista más hacia el horizonte, los valores pueden dar algunas sorpresas positivas.