Según informó el propio gobierno del país vecino, citando un informe de la secretaría de Agricultura estadounidense, Brasil se convertirá en líder del sector dentro de 10 años. Estiman una cosecha exportable de 63,8 millones de toneladas para 2022/23.
“El aumento de la inversión en los campos brasileños nos han permitido hacer un frente mayor entre los principales mercados del mundo”, dijo el ministro de brasileño de Agricultura, Mendes Ribeiro. Según las proyecciones estadounidenses, en la zafra 2022-23 Brasil responderá por 44% de las exportaciones, con 63,8 millones de toneladas, seguido por Estados Unidos (43,8 millones de toneladas, 30%) y Argentina (17,5 millones de toneladas, 12,1%).
En 2012, Brasil exportó 32,9 millones de toneladas de soja en granos, lo mismo que en 2011, según se informó a la AFP desde el Ministerio de Agricultura. Actualmente Brasil es el segundo exportador mundial de soja, detrás de Estados Unidos y por delante de Argentina. El gobierno prevé que en 2013 Brasil registre una fuerte expansión en la producción de soja, que podrá alcanzar 82,3 millones de toneladas, después de una cosecha golpeada en 2012 por el mal tiempo (65,7 millones de toneladas).
El área plantada de soja crecerá 9% este año, según indicaron las autoridades a principios de año. Por otro lado, según el informe, Brasil debe mantenerse como primer exportador de carne de pollo en 2023, con 53% del mercado internacional, seguido por Estados Unidos (3,89 toneladas, 43,3%) y la Unión Europea (1,3 millones, 15%).
Cabe mencionar que en el 2011 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) había aumentado sus previsiones para la exportación de soja de Brasil en 2011-2012 demostrando que en 2012 Brasil iba a sustituir a Estados Unidos como el mayor exportador mundial de soja. Aunque estuvo cerca, aún sigue segundo en la lista, tras el liderazgo de Estados Unidos.
Teniendo en cuenta que China es el mayor importador mundial de la oleaginosa, ya que adquiere un 60 por ciento del volumen total de soja que se comercializa a nivel global, ¿estará el país asiático pendiente de las nuevas tendencias de liderazgos?