La doble vía que une a Salta con Tucumán está rodeada de un bello paisaje. Por allí, domina el verde de los cerros. Pero poco después de doblar a la izquierda y tomar la ruta hacia las Lajitas, el verde se transforma. El de los cerros cambia por el de la soja y se abre a la vista una impresionante pampa norteña de alta productividad, que esta semana fue testigo de la presentación a campo en la Argentina de la tecnología que comenzará a cambiar el negocio del principal cultivo del país.
Aquí, Monsanto mostró por primera vez a campo y en público la soja Intacta RR2 Pro, que tiene el nuevo gen RR2 (que resiste al glifosato y al mismo tiempo brinda una sensible mejora de rendimiento) junto con un gen Bt que le brinda resistencia a insectos lepidópteros. El norte del país, justamente donde la presión de estas plagas es más fuerte , fue el escenario elegido, ya que aquí será donde primero comenzará a comercializarse esta tecnología.
En la estancia Buenaventura, donde la pampa de Las Ljitas se funde con las primeras elevaciones de los cerros salteños, Rafael Cavanagh, gerente de soja de la compañía anfitriona, confirmó también públicamente que Monsanto regresa al negocio de soja con marca propia: será la vieja y conocida Asgrow, con la que intentará competir con DonMario y Nidera, que hoy lideran la venta de semilla de soja en el país y que también pisarán fuerte con la nueva Intacta, ya que tienen desde hace tiempo acuerdos con Monsanto para incorporar este desarrollo biotecnológico a sus materiales.
“Volvemos al negocio del germoplasma. Para eso estamos invirtiendo fuerte desde el 2010. Contratamos más de 100 personas, se reconfiguró la planta de Fontezuela (en Pergamino) y también las de Río Cuarto, Tucumán y San Pedro (en Paraguay)”, relató Cavanagh a Clarín Rural .
El hecho de que en agosto pasado se haya aprobado en Argentina este evento apilado en soja ayudó a acelerar el desarrollo a campo y, así, con esta campaña, los de Asgrow terminarán de definir los mejores materiales para salir al mercado. “Vamos a arrancar con variedades de los grupos 6 para arriba, pero esto es un trabajo de largo plazo, y para 2018 la expectativa es estar lanzando 30 por año”, indicó el ejecutivo.
De todas formas, para que tanto Asgrow como DonMario o Nidera puedan salir a vender estas semillas falta todavía que China, el principal comprador, apruebe el evento, noticia que, según indican en las compañías, podría suceder de un momento a otro. Por eso, todas apuntan sus cañones a comenzar a vender en poco tiempo más, para poder sembrar en la próxima campaña, la 2013/14.
“Queremos que todos prueben la tecnología, independientemente de que sea nuestra, de DonMario o de Nidera. Con Asgrow vamos a tener poco volumen en esta campaña. No vamos a ser el principal jugador este año”, se sinceró Cavanagh.
En los ensayos que se vieron aquí, en la estancia Buenaventura, la tecnología Intacta muestra claramente un mejor comportamiento frente a las plagas que las variedades habituales sembradas como testigos, que fueron manejadas de la misma manera en que el productor manejó el resto de las sojas del campo. “Aquí sembramos 1.800 hectáreas de soja y realmente es impactante ver lo sanas que están las hojas de estas nuevas variedades”, dijo a Clarín Rural José Almaraz, encargado de agricultura.
La diferencia clara entre las sojas RR con hojas agujereadas por la plagas y las RR2 + Bt prácticamente intactas debería tener un correlato en el rendimiento. Cavanagh está convencido de que allí, justamente, está la mayor ganancia que trae la nueva tecnología. “Para mí, el principal atributo que tiene esta soja es el rinde. En Estados Unidos, el RR2 muestra entre 7 y 11 por ciento más que el RR”, detalla el ingeniero. En ese país, las variedades RR2 no se venden apiladas con Bt. El estaqueado es, justamente, una tecnología desarrollada por Monsanto para el Cono Sur, donde sí existe un problema de presión de plagas importante. Así que, como dice Cavanagh, el mejor control de insectos que derivará del Bt generará un incremento adicional de rinde que se sumará al que brinda la nueva generación del gen de resistencia a glifosato.
Está claro que la Intacta llega para cambiar el negocio de soja en la Argentina. Y no solo desde lo tecnológico, sino también desde lo organizacional, si se quiere. Por esta tecnología habrá que pagar, a diferencia de lo que sucedió con la RR que hasta hoy se sigue sembrando, por la cual nunca se abonó ninguna regalía.
Según indicó Cavanagh, productores que representan el 98% del área de soja del NOA y 70% del total del país ya firmaron cartas de intención con Monsanto aceptando pagar las regalías.“Esto muestra el gran interés que existe por la tecnología”, analizó el ejecutivo. Y agregó que “la idea es que el sistema sea lo más sencillo posible: se podrá pagar cuando se compra la semilla, cuando hace uso propio o cuando se entrega al acopio o al exportador en el puerto”.
Aquí, en el NOA, y en el NEA, Monsanto armó un programa de “embajadores” (así los llamó), que sembraron la Intacta en sus campos. La idea es que allí se hagan pequeñas reuniones a las que se inviten a los productores vecinos de cada zona, para ir difundiendo la tecnología en forma muy personalizada.
DonMario y Nidera tienen también sus propias movidas para difundir la nueva soja, en el año en el que se podrá sembrar comercialmente por primera vez.
Así, luego de más de 15 años (la soja RR se aprobó en Argentina en 1996), aparece un nuevo evento biotecnológico para abrir más posibilidades en la producción sojera. Pero seguramente pasará mucho meno tiempo hasta que lleguen los próximos avances, que ya están en la gatera.
Como resumió Cavanagh, “va a comenzar a haber muchas más opciones en los próximos años en el negocio de la soja”.