Parece que en Chicago, recién ahora, la ficha está cayendo. Nos referimos la cosecha argentina.

Y no sólo allí. Acá también. Pocos son, ahora, los que creen en una cosecha muy buena.

La idea de que estaremos por debajo de 50 millones de toneladas se expande. Y por ende, se toma conciencia de que la oferta mundial tendrá un recorte respecto a los demasiados optimistas cálculos de inicio.

Oil World ha reducido su estimación a 50 millones de toneladas, desde las 52 millones de toneladas que esperaba el mes pasado. Ésta es la tercera vez en lo que va de la campaña que recorta su previsión.

Las lluvias de estos días cortaron la seca. Es cierto. Y lograron revertir el camino de caída en la productividad emprendido desde mediados de enero pasado. Pero, también, es cierto que no van a lograr recuperar el terreno perdido.

Los próximos días serán cruciales.

El cuadro depende del agua que caiga en lo que va de febrero y primeros días de marzo para que la cifra no se achique aún más. Porque no es disparatado pensar en 48 millones.

48/50 millones de toneladas, vale recordarlo, es una cifra menor a las estimaciones que hasta hace pocos días se publicaban. Pero, también vale recordarlo, es sustancialmente mayor al volumen de la anterior.

Los valores tuvieron fuertes bajas porque la expectativa de una cosecha récord por parte de América del Sur se había instalado.

Por ello, los operadores se vieron tentados a negociar la mercadería futura con un considerable descuento respecto a la cosecha anterior.

La posición mayo/2013, Chicago, que a comienzos del año pasado giraba en torno a 420 dólares llegó a un máximo en agosto pasado con un valor próximo a 600 dólares, fundamentalmente por la sequía de EE.UU

Y luego fue cayendo hasta que, a fines de enero, se establecía en 520 dólares. Pero en los días recientes se originó un repunto que se acerca a 540 dólares.

De esta forma, en el mercado local, el valor se ubica hoy, por la oleaginosa con entrega en mayo, en 340 dólares.

De cualquier forma, habrá que caminar con cautela. ¿Por qué? Porque la realidad es que la muy buena cosecha de Brasil con cerca de 82 millones de toneladas, la excelente de Paraguay con más o menos 7 millones y la de Bolivia con aproximadamente 8 millones, más la de Argentina y Uruguay formarán, pese a todo, un fuerte peso en la oferta mundial.

A pesar de las mejoras que podrían darse, la estacionalidad seguirá pesando a lo largo los dos meses que vienen.

Quien tome decisiones de venta, deberá considerar ello.