- SOJA
Las abundantes lluvias relevadas durante los últimos siete días lograron aliviar el déficit hídrico que registraban varias de nuestras regiones bajo análisis. Si bien en muchas de estas zonas el alivio es efectivo, aún no se pueden descartar las pérdidas de potencial de rinde generadas por la prolongada ausencia de lluvias, acompañada a su vez de elevadas temperaturas.
Es importante tener en consideración que en grandes áreas de la región agrícola, los cuadros de primera transitaban desde hace más de diez días su período de mayor sensibilidad al estrés termo-hídrico (diferenciación y fijación de vainas, R3-R4) bajo condiciones desfavorables para la generación del rendimiento. De esta forma, las precipitaciones relevadas a la fecha impiden que el potencial de rinde continúe cayendo y gracias a ello podemos sostener nuestra proyección de producción en 50.000.000 de toneladas para la campaña en curso.
Previo a las lluvias del pasado fin de semana, el NOA no sólo registraba importantes recortes sobre el potencial productivo a cosecha, sino que también presentaba pérdidas de lotes en varios de los departamentos que conforman la región. Su vecina zona NEA transitaba similar camino, pero con la ventaja de haber registrado lluvias de moderada a baja intensidad durante la últimos días de enero, factor que le permitió sobrellevar en mejor medida la falta de precipitaciones y las elevadas temperaturas de las primeras semanas de febrero. Pese a ello, en esta última región no tampoco se descarta un posible impacto negativo de la sequía sobre el potencial de rinde del cultivo.
En la franja central de la región agrícola (San Luis, Centro Norte y Sur de Córdoba, Centro Norte de Santa Fe, Núcleo Norte y Sur, y Centro Este de Entre Ríos), la mayor parte del área implantada corresponde a siembras de primera debido a la escasa superficie ocupada por cereales de invierno (trigo y cebada). Se estima que estos lotes de fechas tempranas aportan aproximadamente más de la mitad de las 19,7 millones de hectáreas sembradas a nivel nacional.
En casi toda esta región se registraron importantes volúmenes de lluvias desde el inicio del pasado fin de semana, a pesar de esto, un elevado porcentaje de cuadros transitaban desde hace varias semanas etapas críticas, en condiciones ambientales desfavorables y en consecuencia ya registraban un importante aborto de vainas. Es probable que la recuperación hídrica no impacte de forma significativa sobre las perspectivas de rinde, sobre todo en lotes que ya se encuentran próximos o transitando etapas de llenado del grano.
Los cuadros de primera que se encuentran aún retrasados en desarrollo, como así también la menor superficie sembrada sobre rastrojo de trigo y cebada, serían los más beneficiados por las lluvias. Estos últimos lotes también presentan en mayor o menor medida el impacto de la sequía – en gran parte de Córdoba – o de los excesos hídricos – sobre el este de Córdoba, y centro y sur de Santa Fe – relevados durante la siembra y las primeras fases vegetativas del cultivo.
En paralelo, sobre gran parte de la franja central también es importante y generalizado el ataque de diferentes plagas; entre las que se encuentran isocas, chinches, trips y arañuelas. Hacia el extremo sur de la región agrícola nacional, el panorama tampoco es claro. Durante los días previos al presente informe se registraron lluvias de baja intensidad que no permitieron recargar los perfiles sobre el oeste bonaerense.
En esta zona, durante la época de siembra se registraban excesos hídricos en ambientes bajos de forma generalizada y por tal motivo la mayor parte de la superficie ocupada por el cultivo hoy en día se encuentra en ambientes altos (lomas y medias lomas). Desafortunadamente estos ambientes son los que más sufrieron el déficit hídrico y las elevadas temperaturas de enero y lo que va de febrero, y en ellos hoy en día se observa un continuo deterioro de la condición del cultivo.
El sur de la provincia también presenta necesidades de recuperar humedad en el corto plazo, a fin de garantizar la correcta evolución de los cuadros. En conclusión, la recuperación fue importante pero no logró cubrir completamente el área agrícola, quedando aún regiones con necesidades hídricas sin satisfacer.
Por otro lado, en gran parte de la franja central la probabilidad de recuperar parcialmente el potencial de rinde perdido es muy ajustada. No obstante, aún no se descarta la posibilidad de alcanzar rendimientos regionales próximos a los promedios históricos o incluso levemente superiores, de ello dependerán las lluvias futuras que serán necesarias para sostener la oferta hídrica de los cuadros hasta el final del ciclo del cultivo.
Hacia el norte del país aún no se consolidó la recuperación hídrica, pese a ello las lluvias relevadas a la fecha logran frenar las pérdidas de lotes y de potencial de rinde. Por último nuestro informe climático es alentador, dado que prevé precipitaciones abundantes para gran parte de la región agrícola y ello también sirve para apuntalar nuestra actual proyección de cosecha.
- MAÍZ
Durante la última semana se registraron precipitaciones en prácticamente toda el área agrícola nacional, las cuales ralentizaron el avance de la trilla. En paralelo, estas lluvias benefician notoriamente a los cuadros implantados en fechas tardías, que actualmente se encuentran finalizando estadíos vegetativos o comenzando la fase crítica de floración.
Asimismo, en aquellos cuadros sembrados en fechas tempranas y que hoy transitan estadíos reproductivos avanzados, las lluvias tendrán un efecto menor en relación a los cuadros recién descriptos. En el Centro-Norte de Córdoba, Centro-Norte de Santa Fe, Núcleo Norte y Centro-Este de Entre Ríos, la recolección de maíz con destino grano comercial avanzó escasos puntos porcentuales debido a la demora ocasionada por las reiteradas lluvias de los últimos días.
De este modo, se recolectó el 5 % del área apta nacional, marcando así un progreso intersemanal de tan sólo 1,3 puntos porcentuales y un adelanto interanual de 2 puntos. En números absolutos, ya se recolectaron poco más de 180 mil hectáreas.
Otra zona que registró progresos de trilla durante los últimos siete días, aunque aislados, fue el Núcleo Sur. Los rendimientos relevados a la fecha son muy buenos, ubicándose cercanos a los 80 qq/Ha. El resto del área implantada en fecha temprana se encuentra desde fin del llenado de granos hasta madurez fisiológica, y se esperan rendimientos desde los 70 a los 100 qq/Ha. Esta variabilidad se debe a que lo sembrado hacia fines de la ventana de siembra temprana (fin de octubre) fue lo más perjudicado por la sequía de enero, mientras que lo sembrado a inicios del mismo período (septiembre y principio de octubre) se encuentra afectado en menor medida por la falta de lluvias.
Como venimos mencionando, las regiones NOA y NEA sufrieron la falta de precipitaciones de buen caudal, sumado a elevados registros térmicos, durante enero y parte de febrero. No obstante, durante la última semana lograron acumular humedad debido a las lluvias registradas de variada intensidad, aunque estas no permiten revertir por completo el panorama negativo de aquellas regiones. Por ende, serán necesarias nuevas lluvias y de abundante caudal para mejorar dicho escenario.
En el oeste bonaerense y norte pampeano, los cuadros implantados en fechas tempranas hoy transitan desde fin de llenado de granos hasta madurez fisiológica, y pese a los excesos de humedad que sufrieron los cuadros durante la última primavera, prometen rendimientos de buenos a muy buenos. Caso contrario ocurre con la superficie sembrada en fecha tardía, la cual evoluciona sin precipitaciones durante su etapa crítica (floración) y por consiguiente presenta una regular condición de cultivo.
Analizando los rendimientos obtenidos, y evaluando la incidencia de las lluvias acumuladas durante las últimas semanas, mantenemos nuestra proyección de producción en 25.000.000 de toneladas, con una base de área sembrada a nivel nacional de 3.678.000 hectáreas. Dicho volumen se ubicaría un 16,3 % por encima del obtenido durante el ciclo previo (2011/12; 21,5 MTn), y además se transformaría en una producción record de maíz con destino grano comercial.
- GIRASOL
Las precipitaciones acumuladas durante la última semana ralentizaron el avance de las cosechadoras. A la fecha se recolectó el 32,1 % del área apta. En números absolutos se cosecharon unas 565 mil hectáreas, entregando una productividad media de 17,5 qq/Ha.
El progreso intersemanal fue de tan sólo un punto porcentual, mientras que el adelanto interanual se mantiene en 7,2 puntos para esta semana. Como venimos mencionando en los informes previos, para los últimos días de febrero se espera un fluido movimiento de maquinaria sobre las provincias de Buenos Aires y La Pampa, siempre y cuando el clima lo permita.
En paralelo, dio comienzo la recolección de cuadros puntuales en el Oeste de Buenos Aires y Norte de La Pampa, y en el Centro y Sudoeste de Buenos Aires. Pese a la sequía que se registró a nivel nacional durante el mes de enero y los primeros días de febrero, podemos decir que el cultivo de girasol, debido a su fecha de siembra temprana entre otras cosas, logró atenuar dicha adversidad. Las productividades que se relevaron a la fecha en esta región son muy buenas, dado que el cultivo transitó gran parte de su ciclo con una óptima oferta hídrica.
En el sur cordobés la recolección avanza lentamente, ya que el grueso de los cuadros aun transita madurez fisiológica. Además, las reiteradas lluvias aportan su cuota de demora sobre las tareas de trilla. Los rendimientos relevados a la fecha son buenos, y se espera que se generalice la trilla a comienzos de la semana entrante. Algo similar ocurre en la provincia de San Luis, ya que la mayor porción de lotes se encuentra en madurez fisiológica y en pocos días daría comienzo la recolección.
En el Sudeste bonaerense, el mayor núcleo girasolero, en donde aún no comenzó la trilla, prácticamente la totalidad del área transita el llenado de granos y en condiciones de buenas a muy buenas. Los rendimientos esperados se ubican por encima del rinde histórico. Sobre este escenario, mantenemos nuestra proyección de producción en 3.200.000 Tn, un 11,1 % menor al volumen obtenido durante el ciclo previo.