El Presidente Evo Morales promulgo ayer la Ley 337 que legitima la deforestación y suspende la reversión de millones de hectáreas desmontadas ilegalmente en los últimos 15 años. “Estamos contentísimos porque son más de 5 millones de hectáreas que van a ser libres de reversiones y multas exageradas”, celebró el presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) Julio Roda.
10-01-2013: Casi el 50% de la producción mundial de alimentos termina en la
basura
24-12-2012: Guabirá bate récord histórico en molienda de caña y diversificación
productiva
06-12-2012: La FAO pide un enfoque centrado en los campesinos para invertir en
la agricultura
22-11-2012: El gran negocio agroalimentario
20-09-2012: Cañeros rechazan algunos artículos del proyecto de ley “Regulación
productiva de la caña de azúcar”
02-09-2012: Vietnam destrona a Brasil y ya es el primer exportador mundial de
café
31-08-2012: Graves sequías elevan los precios de los alimentos y amenazan a la
población más pobre
29-08-2012: La incidencia de la volatilidad de precios en la alimentación
boliviana
24-08-2012: Para García Linera, lo mejor es que el libre mercado defina el
precio del azúcar
10-08-2012: El agronegocio neoliberal en tiempos de cambio
09-08-2012: Se viene la tercera crisis alimentaria
02-08-2012: Investigación agropecuaria para la revolución productiva y soberanía
alimentaria
El gobierno de Evo Morales concretó una “alianza productiva” con la burguesía
agroindustrial y desde 2010 cumple al pie de la letra las demandas del
empresariado para ampliar la frontera agrícola y “aprovechar” la crisis
alimentaria mundial como una “oportunidad de negocio”.
La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y la Cámara Agropecuaria de Industrias,
Comercio y Servicios (CAINCO) presentaron al gobierno un pliego con tres
demandas básicas: Seguridad jurídica para la tierra y las inversiones;
eliminación de las fijaciones de precios y de las restricciones a la
exportación, y legalización de los cultivos transgénicos.
En el 22 de enero de 2011 Morales y la burguesía agroindustrial consolidaron su
“alianza” y comenzaron a diseñar un plan estratégico para garantizar el
abastecimiento de alimentos en el mercado interno, y al mismo tiempo aumentar
las exportaciones agrícolas.
En 2011 el Presidente Morales promulgó la Ley de la Revolución Productiva que
autoriza la diseminación, internación, producción, distribución y
comercialización de organismos transgénicos en Bolivia, y en 2012 concretó
nuevos programas de apoyo financiero para el sector. Además, el Vicepresidente
Álvaro García Linera informó que, una vez garantizado el abastecimiento interno,
se autorizó la exportación de carne, soya, azúcar y arroz. [1]
En octubre de 2010 el Presidente Morales suspendió mediante decreto 0671 la
exportación de azúcar y caña de azúcar, pero levantó el veto en diciembre de
2011 y liberalizó la venta de 650 mil quintales al exterior. En agosto de 2012
autorizó la exportación de 12.515 toneladas del endulzante y el 22 de septiembre
permitió la venta de 50 mil toneladas adicionales. El 11 de enero de 2013
Morales autorizó por decreto 1461 un cuarto cupo de exportación de 42 mil
toneladas de azúcar.
Por otro lado, el gobierno del MAS cerró con broche de oro la gestión 2011
concretando una nueva Alianza Estratégica con el Grupo del Banco Mundial para el
periodo 2012-2015, a fin de brindar mayor apoyo financiero a la actividad
agrícola y ganadera. El Plan Nacional de Desarrollo (PND) fomenta las
agroexportaciones y la construcción de carreteras con un financiamiento de 530
millones de dólares.
Adicionalmente, el Ejecutivo logró “el compromiso del sistema financiero para
que al menos un 15% de los recursos del sistema bancario puedan dirigirse para
apoyar en buenas condiciones a la actividad agrícola y ganadera”, resaltó el
Vicepresidente, y también destinó a la agroindustria recursos provenientes del
Fondo de Inversión de la Revolución Productiva (FINPRO). [2]
En 2012 el Vicepresidente ratificó que el gobierno está dispuesto a flexibilizar
las normas agrarias referidas a la verificación de la Función Económica Social (FES)
de la tierra y a los desmontes ilegales con el objetivo de ampliar la frontera
agrícola. El área cultivada en Santa Cruz “es muy poca", dijo García Linera y
pidió a los agroindustriales que amplíen sus cultivos hasta igualar las 8
millones de hectáreas sembradas en Paraguay.
“Hay que producir más de lo que se produce ahora, en este momento la capacidad
productora del sector privado solamente satisface los lujos temporales de la
población y no sirve para la acumulación y el almacenamiento de alimentos”,
recalcó el ministro de Economía Luis Arce.
Es así que el 22 de septiembre del año pasado el Ejecutivo presentó a la
Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) dos anteproyectos de ley para declarar
una pausa de cinco años en la verificación de la FES y legalizar los desmontes
no autorizados, para de esta manera garantizar el derecho fundamental a la
soberanía y seguridad alimentaria.
Legalización de desmontes
El Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF) y el
Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras estiman que en Bolivia existen 5,5
millones de hectáreas deforestadas ilegalmente (3,3 millones identificadas y 2,2
millones abandonadas), de las cuales 38% pertenece a ganaderos, 28% a
agroindustriales, 15% a colonizadores extranjeros, 12% a campesinos, 2% a
colonizadores japoneses y 5% a pueblos indígenas.
La Ley de apoyo a la producción de alimentos y restitución de bosques promulgada
ayer por el Presidente en el hotel Los Tajibos de Santa Cruz establece un
régimen excepcional para el tratamiento de predios con desmontes realizados sin
autorización entre el 12 de julio de 1996 y el 31 de diciembre de 2011, excepto
los que se encuentren al interior de Áreas Protegidas y Reservas Forestales.
La Ley 337 tiene por finalidad la rehabilitación de los predios deforestados
ilegalmente como áreas de producción de maíz, trigo, arroz, yuca, plátano y caña
de azúcar. El director del INIAF Lucio Tito estima que la norma permitirá
incrementar en 20% la superficie sembrada y en 34% el volumen de producción,
logrando un aumento de 9,6 millones de toneladas a 13,6 toneladas anuales.
La Ley 337 beneficiará a propietarios de predios titulados por el INRA, a dueños
de tierras en proceso de saneamiento o sin sanear, y a titulares con procesos
administrativos sancionatorios que no cuenten con Resolución Administrativa de
la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT).
Esos propietarios están obligados a acogerse al “Programa de Producción de
Alimentos y Restitución de Bosques” para evitar que sus tierras sean revertidas
al Estado. El empresario que acceda al programa pagará una multa de 60 dólares
por hectárea; las empresas medianas de uso forestal, 40 dólares; las medianas de
uso múltiple, 30 dólares; y las pequeñas propiedades y comunidades indígenas 10
dólares por hectárea.
La Ley establece que en Tierras de Producción Forestal Permanente los
beneficiarios deberán restituir entre el 10 y 20% de la cobertura forestal
afectada, cuando se trate de predios con superficies mayores a 50 hectáreas. Si
los beneficiarios incumplen los requisitos sus tierras serán revertidas de
inmediato y pagarán multas elevadas.
El director del INIAF Lucio Tito aclaró que el Estado no pretende aplicar una
“política de castigo”, sino de “premio” para aquellas personas que deforestaron
alguna parcela. “Quien se adhiera al programa va a recibir un beneficio grande
siempre y cuando recupere una parte del bosque con la producción de arroz, maíz,
trigo y caña de azúcar”, declaró Tito a la agencia ABI.
En criterio de la directora de la Liga de Defensa del Medioambiente (Lidema)
Jenny Gruenberger, la ampliación de la frontera agrícola no garantiza la
seguridad alimentaria nacional; “al contrario, socava los medios de vida de las
poblaciones locales y acrecienta propiedades y capitales privados, la mayor
parte extranjeros, grandes consorcios y empresas brasileras, argentinas y
menonitas”.
“Resulta inconcebible que se ceda a las pretensiones de uno de los sectores que
mayor depredación ecológica ha ocasionado al país, un sector que aporta divisas
volátiles, que paga impuestos irrisorios, que no genera renta a pesar de sus
exorbitantes ganancias, que recibe una generosa subvención de carburantes, y que
además abre gustosamente las puertas a la extranjerización de la tierra”,
consideró Gruenberger.
Cabe recordar que los monocultivos de algodón y soya dejaron casi dos millones
de hectáreas en proceso de degradación en el área de expansión y en la zona
integrada de Santa Cruz. En esa zona se deforestaron al menos 80 mil hectáreas
en 1975; 160 mil hectáreas en 1992, 270 mil hectáreas en 2000, y casi 300 mil
hectáreas en 2004. Los grandes productores de soya fueron responsables del 75%
de la deforestación en ese departamento.
Más beneficios para el agronegocio
El presidente de la CAO Julio Roda agradeció al Presidente Morales por la
promulgación de la “tan esperada” Ley 337, que evita la reversión de miles de
propiedades y además “salva” a muchos productores del pago de multas elevadas y
de procesos judiciales por haber realizado desmontes sin autorización.
“Debemos señalar que la mencionada Ley no resuelve todo el problema; sin
embargo, es un primer paso importante y seguiremos trabajando hasta dar una
solución total y definitiva a este problema”, comentó Roda antes de recordar que
aún están pendientes otras normas importantes para el sector.
“Tenemos dos proyectos de leyes en carpeta, como son la Ley sobre la FES y la
Ley sobre los Avasallamiento de Tierra que estamos trabajando de forma
consensuada con el gobierno”, precisó el dirigente empresarial.
El anteproyecto de ley “de ajuste temporal de la verificación de la FES”
presentado por el Ejecutivo a la ALP declara una pausa excepcional por cinco
años en la verificación de la FES de predios con vocación forestal o áreas de
desmonte no autorizado, excepto en casos comprobados de acaparamiento de tierras
improductivas, relaciones servidumbrales y delitos de narcotráfico.
Notas:
[1] El 27 de abril de 2012 el Vicepresidente prometió la liberalización de las
exportaciones de grano y derivados de girasol y la ampliación del cupo para la
exportación de maíz, reconociendo que el sector privado “forma parte del motor
de la economía agrícola boliviana”. Sobre las exportaciones de soya, “entiendo
la preocupación del presidente de Anapo y quiero decir que no hay restricción
alguna al grano de soya, se puede exportar la cantidad que se vea conveniente.
Comprometemos a la Ministra (Achacollo) a que ningún permiso para exportar soya
de un pequeño, mediano o intermediario va a tardar más de 24 horas y para ello
se contratará más personal y se viabilizarán los procedimientos”.
[2] Según la ASFI, en el primer semestre de 2011 los créditos otorgados al
empresariado privado ascendieron a 299 millones de dólares; los préstamos a
pequeños y medianos empresarios sumaron 182 millones; los créditos hipotecarios
de vivienda bordearon los 135 millones; los créditos de consumo sumaron 113
millones y los microcréditos alcanzaron los 105 millones de dólares. En el
primer semestre de 2012 los créditos otorgados a productores agrícolas
aumentaron a 285 millones de dólares; los créditos para el sector ganadero
ascendieron a 168 millones de dólares, y la silvicultura y pesca obtuvo nueve
millones. La mayor parte del financiamiento al sector agropecuario se concentra
en los departamentos Santa Cruz (65,7%), Cochabamba (14%) y La Paz (10,6%).