Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la entidad que comanda Rubén Ferrero, puso en duda a través de un informe las metas de producción que fijó el gobierno nacional a través del Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) 2020.
Habiendo transcurrido más de un año de su lanzamiento oficial y más de dos y medio de trabajo, la factibilidad de cumplir con las metas PEA es cada vez menos probable, indica la entidad, teniendo en cuenta el dormido ritmo de crecimiento alcanzando durante los últimos cinco años.
En cuanto a la producción de granos, el Gobierno estableció la meta para 2020 en 157,5 millones de toneladas. Según CRA, para ese cálculo se parte de la base de los 100 millones alcanzados en 2010 un año que superó el promedio de la producción de granos de los ciclos 2008-2012 de 85,2 millones de toneladas, explica. Este cálculo, indica la entidad tiene implícito un crecimiento de 58%, es decir un crecimiento anual promedio de 5,8 por ciento.
Si suponemos que la producción de granos mantendrá el crecimiento promedio de las últimas cinco campañas, la producción en 2020 será de 119 millones de toneladas, lejos de las 157,5 propuestas por el PEA, concluye el trabajo.
A la hora de analizar la meta de la producción láctea, la entidad explica que es necesario tener en cuenta que los productores tamberos argentinos se encuentran en una situación muy compleja, con precios de venta pisados desde hace casi dos años y costos crecientes motivados por la sostenida inflación. El resultado ha sido el estancamiento productivo del sector: desde 2005 la producción no ha tenido crecimiento significativo, manifestó Ferrero.
Teniendo como base el crecimiento promedio de los últimos cinco años, la producción en 2020 va a ser ligeramente superior a la actual, con un crecimiento anual del 0,02%. Si se mantienen constantes las políticas implementadas hasta la fecha, resulta casi imposible alcanzar los 18.000 millones de litros de leche propuestos por el PEA, comentó el presidente de CRA.
En cuanto a la producción bovina, la evolución de stock y producción ganadera son sin dudas el caso testigo de los resultados que tienen las políticas agropecuarias distorsivas. El stock vacuno ha descendido de 56 millones de cabezas hasta 47 millones en los últimos cinco años, indica el informe. Si bien el PEA propone una producción ganadera de 3,8 millones de toneladas, agrega, resulta cuanto menos difícil concebir tal número en un contexto de decrecimiento y contracción. Por lo tanto si se mantiene el crecimiento promedio de los últimos cinco años, la producción en 2020 sería de 1,9 millones de toneladas lo que equivale a la mitad de la meta PEA, expresó Ferrero.
Para la entidad, los derechos de exportación, las restricciones o prohibiciones de exportaciones, la regulación de precios y una suba de la presión impositiva son contrarios a la incentivación de la producción.