Durante la XXIV Reunión Ordinaria del Consejo Agropecuario del Sur (CAS) en Uruguay, que congregó a los representantes de Agricultura de la región, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar expresó que “debemos tener una postura unida para defender el precio a nuestros productores”. Sin embargo, en la Argentina se está realizando exactamente lo contrario. Las retenciones y los cupos a las exportaciones bajan el precio que recibe el productor por el fruto de su esfuerzo.
En este sentido, creemos que la mejor defensa del precio a los productores agropecuarios de la Argentina sería eliminar las retenciones al trigo, al maíz, al girasol, al sorgo y a la carne.
En el largo plazo, y siguiendo con el objetivo planteado por el ministro Yauhar de defender el precio a los productores, creemos que se deberían eliminar las retenciones a la soja. De esta forma, se estaría actuando en un verdadero resguardo del precio de nuestros productores.
Eso es lo que hacen nuestros competidores, que no aplican retenciones ni cupos a las exportaciones.
Por otra parte, el campo paga el 50% más de impuestos que el resto de los sectores de la economía, en un contexto de alta inflación. Y, a pesar de haber aportado más de 60 mil millones de dólares en concepto de retenciones desde 2002, esto no se vio reflejado en una mejor infraestructura que pueda acompañar el aumento de la producción.
Con una política adecuada, la Argentina puede cumplir un rol fundamental en el mundo y para el desarrollo de las comunidades del interior del país. El campo invierte 40 mil millones de dólares anuales, es responsable del 35% del empleo y del 57% de las divisas que ingresan al país. Es hora de que eso se vea reflejado en mejores caminos, en vías férreas, en más hospitales y escuelas. Es hora de que eso se vea reflejado también en un ambiente más amigable para los empresarios y la inversión donde no se intervengan los mercados y donde se respete la Constitución y la propiedad privada.