Los empresarios del sector del biodiesel esperan que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anuncie esta tarde la implementación de un sistema de retenciones variables para el biodiesel en un encuentro al que fueron convocados a la Casa de Gobierno.

La medida esperada tiende a amortiguar la presión impuesta sobre el sector hace apenas un mes, cuando el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, anunciaron un aumento de la alícuota efectiva de retenciones al biodiesel del 14% a 24 por ciento.

Ese aumento, que suponía un incremento de u$s 100 millones en la recaudación por las ventas externas de 2012, alzó la queja de grandes empresarios nucleados en la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) y en los hechos, con estas alícuotas pasaron a exportar solamente lo que ya estaba pactado pero no se generan nuevos negocios, según indicó una fuente que pidió mantener el anonimato y aseguró que con este nivel de retención caen las proyecciones de ventas externas del año.

El nuevo esquema, según trascendió, contempla retenciones variables entre el 17% y el 24%, con un plazo de vigencia quincenal. Es decir que, cada dos semanas, esa alícuota será recalculada, teniendo como tope el porcentaje actual.

Mientras desconocen cómo quedará la retención inmediatamente, los empresarios ven en la medida cierto alivio, aunque destacan las mismas contras que cuando se aplicó, por cuatro meses en 2008, el sistema de retenciones móviles anunciado por el entonces titular de la cartera de Economía, Martín Lousteau.

Las operaciones se fijan a futuro, y vamos a tener que cerrar un precio de venta sin saber cuánto vamos a pagar de retenciones, se quejó un empresario. Aún así, en medio del congelamiento de la actividad en el país, el conjunto de los hombres de negocios decidió esperar en silencio a ver cuánto se puede negociar con el Gobierno.

La propuesta del nuevo cambio a las retenciones viene impulsada por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, que hizo firmar a las cámaras de grandes y medianas empresas una carta acuerdo en la que consensúan el esquema de retenciones móviles.

Según una fuente del sector, grandes firmas frenaron su producción y las demás trabajan para cumplir compromisos previos.

Los empresarios consultados por El Cronista también esperan que hoy la Presidenta anuncie un aumento en el precio de venta del biodiesel en el mercado interno. El gobierno regulaba ese valor según una ecuación basada en el precio del aceite de soja insumo determinante de los costos de producción cuyo resultado era publicado mensualmente por la Secretaría de Energía. Pero hace un mes, Lorenzino y Kicillof anunciaron la baja del precio a $ 4.405 por tonelada, desde los $ 5.194.

Esta baja impactó con fuerza en el segmento de pequeñas y medianas empresas, que no dudó en declarar públicamente su desaparición. En los hechos, una treintena de empresas que abastecían poco más de la mitad del mercado interno de biodiesel dejaron de producir.

El nuevo valor al que las petroleras comprarán el biodiesel en el mercado interno para mezclarlo en una proporción del 7% con el gasoil que se especula estará en un término medio entre las puntas del último mes estará fijado en función del valor internacional, menos las retenciones y otros gastos, un mecanismo que el Gobierno ya usa para publicar diariamente el valor FAS de los granos, indicador que apunta a definir la capacidad de compra de las empresas en el mercado interno.

El evento de hoy profundiza el repliegue del Ministerio de Planificación que comanda Julio de Vido de las decisiones sobre la política nacional sobre el biocombustible.