En el marco de cierre del Congreso Argentino de las Cooperativas (CAC) en Rosario, Santa Fe, el pasado viernes 7/9, durante su discurso el presidente de Coninagro, Carlos Garetto, intentó ser conciliador con agradecimientos a distintos sectores, entre ellos algunos ámbitos oficiales, pero no dejó de lado los reclamos; pidió por la disminución de los derechos de exportación y la recomposición del sistema impositivo y la comercialización.
El evento, que contó con la presencia de autoridades nacionales y provinciales, comenzó en la víspera con la participación de integrantes de 900 cooperativas de todo el país y se trabajó en comisiones acerca de los principales problemas que afectan a las diversas producciones.
El sector cooperativista "contribuye con el 6% del Producto Bruto Interno (PBI), participa en el 5,6% del total de las exportaciones primarias y agroindustriales: sufre aún algunas inequidades", señaló Garetto ante un auditorio colmado.
"Tenemos serias dificultades de comercialización en trigo, maíz y girasol", señaló. Indicó que "en las economías regionales, que son la base del desarrollo de nuestro país, tenemos que analizar como mejorar la competitividad, especialmente en las que exportan, para solucionar los costos internos que cada día afectan más".
"Evitaríamos entonces perjuicios sobre yerba mate, algodón, frutas y hortalizas, vitivinicultura, arroz, tabaco, miel, y los sectores vacunos, porcinos, ovinos y caprinos", dijo. En sus palabras de clausura que siguió el vicegobernador de la provincia de Santa Fe, Jorge Henn y el presidente del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Patricio Griffin, pidió "una disminución de las retenciones y una recomposición de reintegros de exportación, con mecanismos que permitan su concreción sin costo fiscal".
"Creemos también que mejorando el precio que recibe el productor por la leche se puede incrementar la producción de los tambos", precisó al referirse a la crítica situación que atraviesan los productores tamberos. Agregó: "Tenemos el desafío de liderar un proceso de modificación y transformación de la matriz productiva y agroexportadora, con fuerte contenido de valor agregado totalmente integrado en la estructura social, que afiance y consolide un crecimiento con mayor equidad y desarrollo".
"Pensamos en alimentar la mesa de los argentinos, sin perjudicar las fuentes de trabajo, pero para eso necesitamos empresas rentables", precisó Garetto. Más de mil personas siguieron sus palabras en el Teatro Municipal de Rosario, que resumieron lo hablado en la víspera en diversos debates. Entre los asistentes se encontraba el presidente de la Alianza Cooperativa de las Américas, Ramón Imperial.
"Este Congreso Argentino representa no solo un cierre virtuoso para el Año Internacional de las Cooperativas. Implica el corolario de un trabajo intenso, que CONINAGRO apoyó, disfrutó y pudo desplegar con intensidad gracias a quienes recorrieron todo el país", afirmó.
Para Garetto el cooperativo agropecuario "se ha fortalecido en el proceso de integración, que es base misma de los legados y principios de nuestro movimiento, y esto nos ha servido también para afianzar a la familia rural como célula básica de nuestros lugares de origen, pueblos y ciudades de nuestro país".
El cooperativismo agropecuario reúne hoy a 120.000 productores, 30% del total de productores argentinos. Los productores cooperativistas trabajan 14.800.000 hectáreas sobre un total de 27.722.000 hectáreas en producción, según los datos oficiales.
Este Congreso Argentino de las Cooperativas es el resultado de un intenso trabajo realizado en todo el país por miles de hombres y mujeres que han participado de reuniones de debate sobre el futuro de la actividad.
El 2012, Año Internacional de las Cooperativas, declarado así por la ONU, permite al cooperativismo tanto agropecuario como urbano, reunirse y replantear el futuro de un movimiento que ha permitido crecer y dinamizar la economía de pueblos y ciudades de nuestro país.