BOONE, Iowa.- Después de la fiebre de inversiones que hubo en plantas de biodiésel a base de soja en la Argentina, el próximo turno será para el etanol de maíz. Ya hay una veintena de proyectos de plantas que suman inversiones por US$ 1500 millones. Se estima que este biocombustible podría hacer crecer en poco tiempo 10% el área con maíz y demandar con las plantas a pleno entre 3 y 4 millones de toneladas.

El dato lo saben en la compañía de semillas Monsanto, que organizó una gira con periodistas por los Estados Unidos para visitar, entre otras cosas, plantas de etanol y analizar el estado actual de esta industria.

En los Estados Unidos funcionan entre 220 y 250 plantas de etanol, que demandaron una inversión de entre 100 y 130 millones de dólares cada una. En total, para poner en marcha toda esta industria, localizada en los estados productores de maíz como Illinois, Iowa e Indiana, entre otros, se invirtieron más de US$ 30.000 millones desde 2003.

Hoy, 110 millones de toneladas de maíz (el 40% de la cosecha total norteamericana) van a las plantas de etanol, que, además de elaborar este biocombustible también producen un subproducto utilizado para la alimentación animal, conocido como DDGS. De hecho, este subproducto les reporta un 20 por ciento de su ganancia.

Para Monsanto, el desarrollo del etanol en la Argentina podría seguir un camino tan importante como en los Estados Unidos, beneficiar a los productores, generar inversiones en el interior y traccionar una suba de la superficie sembrada, aunque sin necesariamente provocar una fuerte suba de los precios del cereal, como sí ocurrió en este país.

En la Argentina, la superficie sembrada con maíz ronda, entre grano comercial y ganadería, los 4,8 millones de hectáreas. Para los expertos, el etanol puede generar más superficie sin generar una tensión en los precios ni con otras actividades que consumen maíz, como la avicultura y los feedlots.

Rango de inversión

"En los Estados Unidos cada planta de etanol demanda entre 60.000 y 70.000 hectáreas. En la Argentina se calcula que la demanda de cada planta va a estar en 20.000/25.000 hectáreas", explica Patricio Gunning, gerente de Asuntos Corporativos de Monsanto Argentina.

Se estima, además, que por los proyectos en marcha el rango de inversión de cada planta irá de 50 a 130 millones de dólares, con un promedio cercano a los 70 millones.

Al menos cinco de esos proyectos están en una etapa avanzada. Uno de ellos es Bio4, en Río Cuarto (Córdoba), que fue el primero en obtener un cupo para proveer 50.000 metros cúbicos de etanol por año al mercado interno. Esta empresa fue creada por 24 productores de maíz que invirtieron US$ 28 millones, y será la primera, en septiembre próximo, en colocar este biocombustible en la plaza local.

Por ley, la nafta debe cortarse en una proporción del 5% con etanol. Hasta ahora, quienes capitalizaron eso, aunque sin cubrir todo ese porcentaje establecido, fueron los ingenios azucareros, que empezaron a hacer etanol con el cultivo de caña de azúcar.

Además de Bio4, el grupo Porta, una tradicional familia de Córdoba, también se volcará al etanol. Y lo mismo hará la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), la mayor cooperativa agrícola del país que tiene proyectado iniciar sus operaciones en diciembre de 2013, luego de construir en Villa María, Córdoba, una planta de 125.000 metros cúbicos.Mientras tanto, en Alejandro Roca (Córdoba), el grupo AGD, de Roberto Urquía, empezará a operar en 2013 con una planta de 135.000 metros cúbicos. Esa planta demandaría unos US$ 200 millones.

Por su parte, la aceitera Vicentin desarrolló un proyecto en Avellaneda, Santa Fe, con una inversión de 35 millones de dólares para 50.000 metros cúbicos.

Estos y otros emprendimientos representan inversiones por más de 500 millones de dólares. Si se suma GreenPampas, otro proyecto por US$ 400 millones, el monto total llega a 900 millones. Pero hay más iniciativas que acercarían la inversión de los primeros 20 proyectos a 1500 millones de dólares.