La Bióloga Sonia Cavanelli -del INTA Paraná- explicó que los problemas causados por pájaros suele darse en lotes cercanos a montes, en las fronteras agrícolas cerca de los dormideros o nidadas.
Los daños suelen ser irregulares asociados a malas prácticas agrícolas, malas siembras o mala elección de híbridos.
Las cotorras causan más daños que las palomas, puesto que comen de los capítulos incluso colgadas boca arriba.
Otra diferencia es que las cotorras comen desde que los granos están en formación y las palomas solo comen granos maduros.
Según la especialista una de las posibles causas del aumento poblacional de palomas medianas es el aumento del alimento disponible durante todo el año, abundancia de granos en rastrojo por pérdidas de cosecha, abandono de granos en pie en años secos o zonas marginales, pérdidas de grano durante el transporte.
“Hay que tener algunas consideraciones a la hora de elegir un híbrido de girasol con menor tendencia al daño por aves, como ser capítulos grandes, decumbentes, con brácteas envolventes, aquenios estriados, grandes como DK 4045” aconseja Cavanelli.
A su turno el Ing. Agr. Tomás Mayol, relató su experiencia de 14 años sembrando girasol en su empresa familiar, trabajando dos campos de la región Chaco santiagueña.
“Decidimos hacer girasol porque buscamos diversificar y rotar cultivos para minimizar los riesgos climáticos y financieros. Nos fue siempre muy bien con este cultivo a pesar que en estos últimos años hay mucho problema con las palomas. Para minimizar su daño elegimos híbridos de muy buen porte, de capítulos grandes y que vuelquen: con esas características encontramos muy buenas respuestas en el material de Syngenta DK 4045. Con este híbrido plantado con una densidad de entre 38 a 40mil plantas a cosecha, logramos rendimientos que superan los 2.300kg/ha”, precisó.