El gobierno nacional autorizó la ampliación del uso del biodiesel en la Argentina después de que España amenazara con restringir las importaciones del producto desde el país, como represalia por la expropiación de las acciones de Repsol en YPF.

De esta forma, el gasoil nacional en los surtidores pasará a contener 10% de biodiesel, tres puntos más que ahora. El corte de los combustibles con sus pares ecológicos es obligatorio en el país desde 2010 y la proporción ya pasó de 5% al 7% en el año de su implementación.

Fuentes cercanas a las negociaciones que pidieron mantener el anonimato confirmaron a El Cronista que el incremento se implementará en forma gradual, de a medio punto por mes, entre mayo y octubre, para alcanzar el 10% en ese mes, según informó el gobierno nacional por escrito a los fabricantes.

La fuente indicó que el mensaje oficial llegó antes de que se conociera la represalia que estudia aplicar España, y era esperado por las empresas, que venían pidiendo el aumento del uso del biodiesel hace, al menos, un año.

Recientemente, la cámara de fabricantes Carbio concretó pruebas de desempeño sobre automóviles, para probar la factibilidad de llevar el corte a lo que llaman B10 (biodiesel al 10%). La Argentina es superavitaria en la producción del biocombustible, que se elabora a partir de aceite de soja, y es el primer exportador mundial, con ventas externas por 1,6 millones de toneladas.

Cargill, Dreyfus, Bunge, Molinos Río de la Plata, Aceitera General Deheza y Vicentín lideran las inversiones en este rubro, para abastecer de biodiesel a la Argentina y también exportar desde el país.

Cuando todo el gasoil nacional se corte con 10% de biodiesel, el consumo rondará los 1.150 millones de toneladas anuales, contra los 740.000 millones consumidos en 2011.

Si bien el incremento en el uso del biocombustible no es suficiente para reubicar todo lo que hoy se exporta a España (casi 900.000 toneladas, según datos finales de 2011) la medida da cierto alivio a las industrias.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner había dicho, tras conocer la amenaza anunciada por el gobierno de Mariano Rajoy, que no hará presentaciones ante la OMC, por respeto a la soberanía de España, y que se reubicará el biodiesel argentino, pero fuentes empresarias reconocieron que no sería fácil.

La preocupación que sobrevoló el ambiente y ahora se ve lejana, es que la Unión Europea en su conjunto tomara una represalia contra el biodiesel argentino, cuando más del 85% de las exportaciones nacionales van al Viejo Continente.

Según las fuentes consultadas, esto es poco probable porque España adhirió sólo parcialmente a la normativa europea sobre importación de biocombustibles, mientras que muchos otros países están regulados por un esquema que no prevé cuotificaciones al ingreso, pero tampoco los prohibe. Pero de aplicarlas, debería cambiar la norma para todo el continente.