De no mediar inconveniente alguno, el gobierno de Antonio Bonfatti enviará hoy a la Legislatura un proyecto de reforma tributaria propiciando incrementos segmentados en el impuesto inmobiliario, tanto urbano como rural, incorporando a la construcción (principalmente de edificios pero no de obra pública) en la tributación de ingresos brutos, en tanto mantiene exenta a la industria.

En rigor, se tratan todas medidas que con mayores o menores detalles ya han trascendido y que, principalmente, la Casa Gris conversó con la mayoría de los legisladores oficialistas y opositores. Se modifican algunas alícuotas para sectores como el financiero y telecomunicaciones y como contrapartida se le reduciría al transporte público de pasajeros.

Respecto de los porcentajes de aumento, si bien el Ministerio de Economía buscó evitar que trascendieran, se admitió ante este diario que los incrementos serán por segmentos. No pagará lo mismo un pequeño productor que un latifundista, dijeron desde el Palacio de Gobierno en la capital provincial.

Para todos los casos del inmobiliario rural y urbano, el incremento no alcanzaría al 50 por ciento entre quienes menos tributan y quizás no llegue al 80 por ciento entre los contribuyentes más grandes. Cifra esta última que había trascendido cuando a principios de marzo el senador por San Javier y presidente del bloque Todos por Santa Fe, José Baucero, anunció la predisposición favorable de los senadores peronistas a analizar una reforma.

 

Cómo llega

Esas conversaciones entre el Ejecutivo y la oposición tuvieron su contrapartida en el oficialismo en el transcurso de la semana pasada, en lo que fuera la primera reunión institucional de la Mesa de 15, como se conoce a la plana mayor política del Frente Progresista, Cívico y Social, que integran socialistas, radicales, demoprogresistas, aristas, Gen y SI, entre otros.

Esa reunión en la que la reforma tributaria insumió buena parte del debate, resultó clave para que el Ejecutivo decidiera el envío del proyecto que ingresará hoy, o más tardar mañana según los planes oficiales, a la Cámara de Senadores santafesina. En la mesa de los 15 se hizo conocer a los dirigentes de los distintos partidos las ecuaciones de recaudación que demuestran, según la Casa Gris, el atraso tributario que viene afectando a las arcas provinciales y municipales por igual.

Asistentes a esa reunión dijeron a este diario que en la actualidad la recaudación por patente automotor representa un 8 por ciento, mientras que el inmobiliario apenas un 7 por ciento del total de la masa tributaria cuando años atrás (más de una década) este último tributo representaba el 22 por ciento. Sobre todo el atraso más notorio se verifica en el inmobiliario rural.

 

La negociación con el PJ

A principios de marzo de los ministros de Gobierno, Ruben Galassi, y de Economía, Angel Sciara, mantuvieron un encuentro con la misma finalidad con los senadores peronistas en la presidencia de la Cámara. Después de ese encuentro, Baucero habló de "acompañar responsablemente a la provincia en un momento difícil".

Su par por San Lorenzo y presidente del bloque del Frente para la Victoria, Armando Traferri, se mostró mucho más receloso al considerar que "una cosa es autorizar un endeudamiento, lo que es lógico, y otra es una reforma tributaria", evitando entonces anticipar el posicionamiento que tendrá su bancada. Del mismo modo, el senador Alcides Calvo (Castellanos), quien no integra ninguno de los bloques anteriomente citados, no se mostró partidario de anticipar de que forma votaria hasta tanto estar en contacto con el proyecto.

Más allá de las declaraciones formales y de las aceitadas relaciones que los legisladores del peronismo mantienen con el gobernador Bonfatti (muchos fueron colegas cuando éste fue diputado) y con el ministro Galassi, el peronismo también une cortesía con necesidad. Es que la Constitución provincial fija que los impuestos inmobiliarios son coparticipables en un 50 por ciento con los municipios y comunas.

Es decir, habilitar la reforma tributaria para el peronismo será, paralelamente, dar respuesta a un clamor que los senadores vienen teniendo de muchos de los intendentes y presidentes comunales de ese partido que, al igual que el Ejecutivo provincial, tienen inconvenientes de caja.