Muy buenas fueron las lluvias que cayeron ayer en distintas regiones agrícolas del país, que beneficiaron principalmente el desarrollo de la soja y de los maíces tardíos, aunque todavía no alcanzan para recomponer la capacidad hídrica de un suelo que fue duramente castigado por la sequía.

Precisamente, las distintas fuentes consultadas dijeron que no se puede dar por concluido este período de seca por los motivos aludidos, pero hay buenas perspectivas. Esto es, se esperan nuevas lluvias para el resto de la semana, que continuarán durante esta primera quincena de febrero y en marzo.

Según las últimas estimaciones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el daño ocasionado por la sequía se traduce en las menores cosechas previstas. Según el informe, entre 47 y 48 millones de toneladas de soja, contra 52 millones estimados antes de la sequía, y en maíz se pasó de los 29 millones de toneladas previstos a una estimación de entre 17 y 21 millones de toneladas. En tanto la publicación especializada alemana Oil World recortó su estimación sobre la cosecha argentina de soja, de 48,5 millones previstos la semana pasada a 46,5 millones.

Las lluvias fueron heterogéneas. Como las denominan los especialistas, se trató de precipitaciones "convectivas", esto es, las provocadas por grandes nubarrones que descargan gran cantidad de agua, pero en superficies no muy extensas.

Las zonas más favorecidas son las del norte de Buenos Aires. Por ejemplo, en Junín cayeron 100 milímetros y en Pergamino, 50 milímetros.

La contracara de la felicidad de los productores fue el temporal de lluvia, viento y granizo registrado en Córdoba, en donde fallecieron dos personas.

"Las lluvias de estos días resultarán claves para el avance de la soja", señaló en su informe de ayer la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario. Según el organismo, durante la últimas 48 horas se registraron precipitaciones que cubrieron el norte bonaerense y el sudoeste cordobés, con registros que van de 10 a 30 milímetros y sólo en casos muy puntuales superaron los 40 milímetros.

El área más favorecida fue el noroeste de Buenos Aires, con 100 milímetros registrados en el partido de Junín, 64 en Chacabuco, 50 en Pergamino y 40 en Lincoln. Estas lluvias, que continuaban al cierre de esta edición, resultan fundamentales para el cultivo de soja, "que está en etapas de fructificación", señala el informe.

Riesgos

Para el climatólogo Eduardo Sierra, las lluvias fueron muy buenas y "apuntalan los maíces y las sojas que no estaban muertos", pero aclaró que no son suficientes para cortar la intensa sequía. Sierra definió que el agua caída es de consumo para el crecimiento de las plantas, "pero todavía no son suficientes para recomponer las reservas hídricas del suelo".

El experto señaló que con estas lluvias "mucha gente que tiene lotes muy afectados y que ya perdieron los gastos de implantación, con estas precipitaciones se lanzarán a recuperar esa pérdida con la siembra maíces de ciclo corto, pero corren el riesgo de exponer los cultivos a las primeras heladas de abril, con lo cual las pérdidas pueden ser peores".

Para el investigador en Climatología del INTA César Rebella, son lluvias "convectivas" que descargan gran cantidad de agua en una región relativamente pequeña y en otras no. "Hubo zonas que fueron beneficiadas y otras en las que ocasionó desastres, como en la ciudad de Córdoba, que es el otro extremo de esa historia", dijo.

"Las lluvias siguen beneficiando sobre todo lo que es soja de primera, que está castigada, y está ayudando a la de segunda", agregó. "Vamos a ver cómo evolucionan, dependen del calor y de las lluvias de febrero y marzo; desde el punto de vista de lluvias, el clima tiende a recomponerse. Esperamos que el calor continúe para no encontrarnos con heladas tempranas, para que no afecte la soja de segunda que está emergiendo y los maíces tardíos, aunque en este último caso la superficie cultivada no es muy significativa", concluyó.

60 a 140

Milímetros
Son las lluvias necesarias, según las distintas regiones (mapa), para la soja de primera, según el GEA.

46,5

Millones de toneladas
Es la nueva estimación que hizo para la cosecha de soja en la Argentina la revista alemana Oil World