Luego de una sucesión de bajas, apareció la suba. En rigor, fue una sucesión de varios días de alza. Así, vimos una interesante recuperación.
¿Por qué?
Bueno… En primer lugar, el informe de oferta y demanda, publicado el miércoles por parte del USDA, trajo nuevos bríos a los precios.
El panorama de oferta proyectado pasó a ser más delicado, no sólo por menor producción estadounidense, sino también por menores stocks. He acá un buen soporte para unos cuantos días, por lo menos.
El USDA publicó que, para la campaña 2011/12 de Estados Unidos, la cosecha tendría 7,3 millones de toneladas menos que en la campaña anterior. El volumen sería de tan sólo 83,3 millones de toneladas.
El informe WAP de octubre confirma la estimación. Según éste, la producción de EEUU seria de 83,3 millones de toneladas, sobre un área de 29,8 millones de hectáreas.
En consecuencia, los stocks iniciales bajarían cerca de 1,5 millones de toneladas. En suma, quedarían en un nivel 4,35 millones.
Y en el plano mundial, las noticias del organismo, también, accionaron la palanca de suba.
La producción global, ahora, sería de sólo 258,60 millones de toneladas. Este volumen representa 5,5 millones de toneladas menos que el de la campaña 2010/11.
Por tanto, los stocks mundiales mermarían 6,25 millones de toneladas. Así pasarían a ser de 63,01 millones.
La relación stock/uso fue fijada en un nivel de 24,1% (23,9 mes y 26,6% año anterior). Respecto al año anterior, la baja es considerable.
Además de estos números ligados a la producción derivados del USDA, aparecieron noticias sobre un aumento en las importaciones por parte de China y se registró una nueva caída del dólar y una mejora en el precio del petróleo.
Además los fondos hicieron su parte. La acción compradora de los fondos de inversión, que adquirieron contratos de soja, acentuó el movimiento alcista.
La expectativa de que este país vaya a comprar más poroto norteamericano resultó ser un fuerte aliciente.
A la luz de estos datos, puede decirse que futuro se presenta alcista.
Todo depende ahora de lo que suceda con la producción en América del Sur. ¿Como será la oferta allí?
La respuesta está determinada por todo tipo de especulaciones. Los meteorólogos proyectan, para esta primavera y el verano, una sequía considerable por la acción de “la niña”, que volvería a golpear a la Argentina y a Brasil.
Puesto que los valore se encuentran en un nivel históricamente alto, no deberíamos aguardar fuertes subas.
Por el contrario, es posible que, frente a cualquier corrección global, se precipiten bajas considerables como las ocurridas. Lo sucedido puede ser tomado como aviso.
Respecto a la Argentina, se calcula una producción cercana a 50 millones de toneladas. Con una superficie de algo más de 18 millones de hectáreas.
Pero con reservas, por temor al clima.
Algo similar pasa con Brasil.
Por ello, es probable que los días siguientes sean de mayor incertidumbre.
En tanto, la dependencia del Gobierno con los derechos de exportación se acentúa. Con una tasa de retención media de 27,7%, el aporte del agro al Fisco llegaría a cerca de u$s 9.000 millones… todo un número.
Esta dato debería accionar un mayor lobby del agro frente al Estado Nacional.