Unidad hacia adentro y firmeza hacia fuera fueron los dos reclamos centrales a la Mesa de Enlace del campo, de parte de la masiva asamblea de productores que se reunió ayer en Bahía Blanca para analizar la marcha del cese de comercialización que comenzó el lunes. Desde las ocho de la mañana, el predio de la Corporación del Comercio y de la Industria ubicado en las afueras de la ciudad se fue colmando con más de un millar de manifestantes que llegaron desde diferentes pueblos de Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe. La mayoría arribó en camionetas y otros en viejos tractores y rastras que dejaron estacionados en la entrada al predio, junto a decenas de banderas y pancartas contra el gobierno.
Los dirigentes aclararon que el paro finaliza el próximo domingo. Pero Mario Llambías, de CRA, señaló: “si no hay respuestas en diez días, haremos otro cese”.
“Moreno: sacá las manos del campo” decía una pancarta. “Señores legisladores: ¿Cuándo van a investigar el negocio de las multinacionales?” se preguntaba otra.
“ONCCA + retenciones= robo del campo”, se leía en un pequeño cartel. También se vieron afiches sobre el aumento del 140% en el precio del pan y los 80 centavos que recibe el productor por cada 8 pesos que cuesta el kilo. El reclamo puntual por las dificultades del campo para comercializar el trigo derivó en un cuestionamiento general hacia la política agraria oficial.
Unos cargaron contra Cristina Fernández y Daniel Scioli, mientras la gran mayoría eligió como blancos al ministro Julián Domínguez (“no le creo un pito de lo que dice” disparó Llambías) y al secretario de Comercio. “Moreno es un fusible y ejecutor de la política que tiene como máxima responsable a la Presidenta”, opinó Federico Cano de Ameghino, mientras se oía la propuesta de marchar hasta las oficinas del polémico secretario. Marcos Nazar, de Tandil, le apuntó al gobernador bonaerense “que se queda calladito , pero es cómplice de todo esto y va a ser el continuador del kirchnerismo”. Los chacareros del sudoeste bonaerense, que lograron cosechar después de varios años de sequía, pidieron una atención especial para esta región “donde la única soja que vemos va en camiones hacia los puertos” ironizó José Luis Insausti, de Bajo Hondo.
Graciela Marto, de Coronel Pringles, advirtió que el trigo que no pueden vender “es para pagar las deudas” y Esteban Mota, santafecino de El Piamonte, propuso un pago simbólico al Estado con trigo, si el gobierno no abre los mercados .
Con el mismo énfasis se reiteraron los pedidos de unidad en la acción. “Tienen que ser inseparables y no dejarse boicotear por nadie” les rogó Diana Aure de Villalonga a los miembros de la Mesa.
“Mientras exista algún kirchnerista, acá estaremos juntos” desafió Carlos Garetto, de CONINAGRO, al tiempo que Hugo Biolcati aseguró que el mensaje homogéneo del campo “lo vamos a mantener aunque cueste”. Más allá del trigo, “todos los problemas del sector siguen vigentes” advirtió el titular de la Rural.
El cierre, tras más de dos horas de debate, fue para Eduardo Buzzi quien desafió al gobierno “a que explique por qué le deja el negocio a las multinacionales”. Para el presidente de Federación Agraria, “cuesta creer que esta millonaria transferencia de recursos a los exportadores y algunos molinos sea gratis” y pidió a los diputados “poner la lupa sobre los amigos del señor Guillermo Moreno”.