Los cultivos de maíz están muy complicados, y los de soja vienen soportando estoicamente la seca, pero ya se descartan mermas en los rindes esperados.
Como si esto fuera poco, el USDA revisó nuevamente sus números de producción para EEUU, ajustando aún más a la baja los rindes de sus cultivos, y restando de esta forma oferta en un mercado donde la escasez ya es más que evidente.
Esto potencia el interés de los especuladores por estar comprados en este mercado, al tiempo que si bien las bolsas cerraron el 2010 con ganancias interesantes y se espera una buena performance en el 2011, lo cierto es que los commodities fueron muy buena inversión, y demuestran de esta forma que en ambientes convulsionados siguen siendo un excelente refugio de valor.
Revisando las cifras del USDA tomemos primero los datos para EEUU, que se pueden observar en el cuadro 1.
Lo primero que debemos notar es que la baja de rindes de casi 1 qq/ha en maíz provocó una merma de producción de casi 2,5 mill.tt. en la producción norteamericana, la cual se trasladó directamente a una caída en los stocks. Si bien se esperaba una caída de rindes, la misma fue mayor a lo esperado por los analistas, y en el balance final el número no resultó peor, porque un aumento en el consumo para etanol –que también se esperaba – fue contrarrestado por una disminución del consumo forrajero. En este sentido debemos señalar por un lado que de la molienda de maíz para etanol se obtiene como subproducto el destilado de granos, que se puede utilizar como forraje, y que por otro lado la suba de precios que también experimenta la carne en EEUU estar ía reduciendo el consumo.
En el caso de la soja sucedió algo similar aunque en este caso el ajuste no llegó ni siquiera a un cuarto de quintal por hectárea, lo cual llevó a la producción a perder 1 mill.tt. De todas formas, con stocks tan bajos como los actuales en EEUU (alrededor de 3 mill.tt.) aún esta variación termina siendo significativa. Además se combinó con algo más de molienda y consumo residual, con lo que los stocks finales en EEUU se ajustaron a niveles realmente bajos.
En el caso del trigo, no hubo cambios por el lado de la oferta, pero si por el lado de la demanda, reconociendo que ante menores producciones en otras latitudes, las exportaciones de trigo de EEUU serán mayores.
Si recapitulamos en el cuadro 2 como queda el ratio stock/consumo comparado contra los históricos, podremos tomar dimensión de lo ajustada que está la situación del maíz y la soja, y de que en trigo si bien todavía hay una situación holgada, esto se viene ajustando fuertemente.
Pasando al frente internacional, en este informe también se dieron cambios en varios países del mundo para cada producto, los que se muestran en el cuadro 3.
En el caso del trigo, si bien tanto para Argentina como para Europa se aumentó la proyección de producción, esto se vio más que compensado con la merma en Australia y la Ex Unión Soviética, lo cual lleva a que los stocks de trigo internacionales vayan bajando, aunque siguen estando en niveles superiores al promedio histórico. Esto es similar a lo que ocurre en EEUU, con lo cual podemos ver que este cultivo debería ser el más débil en cuanto a precios, y de hecho esto se está manifestando ya que el trigo está siguiendo a los otros granos. Cuando traslademos este cuadro a lo que ocurre en nuestro país volveremos sobre la mayor producción esperada para Argentina.
En cuanto a maíz y soja, a la ya comentada menor producción norteamericana, se le suma que atendiendo a los problemas climáticos que se vienen atravesando, el USDA comenzó a reducir sus proyecciones de producción para nuestro país. En el caso de maíz redujo de 25 a 23,5 mill.tt. la producción, cuando son varios los analistas locales que creen que el número estaría en torno a las 20 mill.tt. mientras que en soja bajó a 50,5 de 52 mill.tt. con algunos analistas locales esperando ajustes todavía mayores.
En el caso del maíz, gran parte ya está dicho. En general, los cultivos pasaron la floración con un fuerte estrés climático y esto los afectó gravemente. Si bien siempre es difícil hacer cálculos globales, ya que hay mucha diversidad de situaciones lo cierto es que en estos casos los promedios nunca son buenos.
En el caso de la soja, de revertirse la seca, todavía podrían haber soluciones, pero ya hay daños que son irreversibles.
Si tomamos entonces en cuenta que estos números internacionales que publica el USDA podrían estar inflados por el lado de la oferta, e incluso estar subestimando la demanda, concluimos que el cuadro 4 que muestra las relaciones de stocks/consumo internacionales, en una situación todavía más ajustada que la anterior para maíz y soja, en niveles ya preocupantes, y una situación de trigo abundante pero reduciéndose, podría incluso ser peor, y justifica el escenario elevado de precios que estamos observando actualmente.
Pero hay algo que todavía no se está poniendo seriamente sobre la mesa y que deberemos comenzar a mirar con más atención, y es como se asignará el área cultivable el año próximo en EEUU. Para comenzar en la semana pasada el USDA publicó sus estimaciones sobre área ya sembrada de trigo de invierno, y la misma resultó superior a lo que estimaban los analistas. Esto deja menos superficie disponible para maíz y soja. Recordemos que en EEUU el doble cultivo es poco relevante.
Es importante recordar de los cuadros que vimos al principio que tanto la relación de stocks/consumo de maíz como la de soja están en niveles excesivamente bajos en EEUU. Por ello la cuestión no es sencilla. Sin embargo, teniendo en cuenta las normas de corte obligatorio con etanol, la renovación de subsidios por un año logrado sobre la hora, y la tendencia histórica del productor norteamericano a sembrar maíz, podemos esperar que crezca el área destinada a ese cereal en detrimento de la oleaginosa. En este contexto, una cosecha malograda en Argentina podría detonar una bomba en el mercado internacional.
Con todos estos datos en la mano resulta hoy muy difícil ser bajistas a nivel internacional. El problema es que los precios ya están en máximos históricos, con los fondos muy comprados.
Trasladando esto al mercado local, en el caso de la soja estamos atravesando la histórica convergencia de la cosecha vieja a la nueva, en un año donde el remanente de mercadería vieja es muy chico. Esto hace que el premio sea elevado, especialmente teniendo en cuenta que como las perspectivas productivas no son muy buenas, las fábricas y los exportadores quieren incrementar sus stocks de seguridad para encarar la nueva campaña mejor posicionada.
De todas formas, esta semana se daban cuentas de que ya ha ingresado el primer lote de soja temprana desde el norte de nuestro país, como es habitual, por lo que estos sobreprecios por mercadería disponible podrían ir desapareciendo paulatinamente, en la medida en que hacia inicios o mediados de febrero por aquella zona la trilla avance.
Los problemas se plantean en el mercado de maíz y trigo donde el sistema de ROE sigue haciendo estragos. A pesar del anuncio de liberación del saldo exportable de trigo, la sola existencia de una limitación al volumen que los exportadores pueden colocar en el exterior hace que los mismos dosifiquen sus compras y trasladen al productor un precio mucho menor al que el mercado internacional sugiere.
Renglón aparte merece el mercado de maíz donde la exportación está comprada en un cuadro de incertidumbre productiva local que retrae las ventas de los productores al tiempo que el mercado internacional también palpando la estreches está muy demandante. Esto hace que los precios que se están trasladando sean interesantes pero no todo lo que podría esperarse.
En este sentido consideramos que sigue siendo más atractivo poner pisos que se vean superados con el correr del tiempo, antes que vender y comprometer mercadería física. Esto está limitado a los escasos volúmenes locales de PUT de maíz, pero al menos pueden tomarse coberturas en el exterior que luego se pueden trasladar el mercado local.
El problema podría ser conseguir cupo para entregar la mercadería en cosecha, es decir que se produzca en maíz una situación similar a la del trigo actual. En ese sentido, la respuesta está en que al haber ROE remanente de maíz todavía, y con una exportación activa, todavía se puede esperar.
El siguiente informe pertenece a Dante Romano, Director Académico del Centro de Gestión Agropecuaria