Con bajo perfil pero altas expectativas para la cosecha de este año, el sorgo
le presenta batalla a la soja con una mayor rentabilidad en algunas regiones por
fuera de la zona núcleo agrícola de la Argentina, es decir, la Pampa Húmeda.
Según un informe publicado por la Oficina Nacional de Control Comercial
Agropecuario (Oncca), el primero de una serie de estudios sobre las cadenas de
valor de la Argentina, en regiones de Córdoba y Santa Fe donde existen buenas
condiciones para el cultivo, �se pueden obtener resultados comparativamente
aceptables para el sorgo con respecto a los principales cultivos anuales� si se
consideran los márgenes de rentabilidad de cada uno, indicó el organismo,
enemistado con los productores por los controles al comercio y el pago de
subsidios a algunos actores de la cadena agroalimentaria. En el norte de Santa
Fe, por caso, los costos por hectárea de producir soja �de primera�, es decir,
de siembra temprana, ascienden a u$s 164 y la producción deja un margen de
rentabilidad de u$s 184 por hectárea. En el mismo lugar, según el estudio,
producir una hectárea de sorgo cuesta u$s 144, con un margen de rentabilidad de
u$s 222 por hectárea. En comparación, producir primero trigo y después una soja
�de segunda� tiene un costo de u$s 303 por hectárea, con un margen de u$s 218.
De todas estas opciones, la más rentable resulta el sorgo aunque, según el mismo
informe, la hectárea de maíz logra un margen de u$s 264 por hectárea, pero con
un costo inicial que duplica al del sorgo, de u$s 304 por hectárea.
El valor del sorgo se incrementó más de 18% en el promedio anual en el mercado
interno, respecto de 2009. Entre enero y octubre de este año, su valor promedió
los u$s 115 por tonelada, aunque la cotización al cierre del año ya alcanzaba
los u$s 160, un valor 65% superior al promedio de 2009.
La cosecha de sorgo de este año se estima en un techo de 3,8 millones de
toneladas, con un crecimiento del 5% respecto de la recolección del año pasado.
Por sus características, el sorgo, cuyo principal destino es la alimentación
animal, sufrirá menos el impacto de la falta de lluvias de este año que ya
recorta las proyecciones de soja y de maíz.
La Argentina es el segundo exportador mundial de sorgo, detrás de los Estados
Unidos, y está en la lista de los diez mayores productores del mundo. Sus
principales compradores son Sudamérica, Japón y Europa.