El expeller de soja, subproducto que se obtiene luego del proceso de
extrusado y prensado, “es un concentrado con un importante contenido proteico,
por lo general entre 40 y 47% sobre sustancia seca”. Así lo indicó José María
Méndez, especialista del INTA Totoras –Santa Fe–.
El expeller sigue la cadena de producto balanceado y transformación en
proteína animal, cerdo, pollo, huevo, leche, carne bovina y en muchos casos la
industrialización de etiqueta hasta llegar a la góndola. “Una parte de la
producción de expeller se exporta a Chile; la otra forma parte de un balanceado
(95 a 97% de expeller, 3 a 5% de maíz)”, expresó Méndez.
El proceso de extrusión es el único capaz de cocinar, expandir, esterilizar,
deshidratar parcialmente, estabilizar y texturizar los granos en general y las
oleaginosas en particular. Esta nueva actividad productiva genera expeller de
muy alta calidad; además, “al ser realizada en pequeñas plantas pymes genera un
alto impacto económico y social”, destacó Méndez y agregó: “Es un primer paso
para aquellos productores que decidieron agregarle valor a sus granos”.
El expeller de soja cuenta con un contenido de aceite que oscila entre 5 y 8%
mientras que la harina de soja tiene entre 0,5 y 2,0%. De acuerdo con el
especialista, el proceso de extracción de aceite por solventes es mucho más
eficiente que el de extrusado y prensado.
“En el proceso de extrusión, al elevarse la temperatura, se produce la
modificación de la estructura de la proteína –gelatinización– lo que favorece su
digestibilidad”, detalló.
En términos generales, los procesos de extrusión y prensa, bien controlados
–temperaturas elevadas por un periodo corto de tiempo–, son los que pueden
generar los materiales de mejor calidad –más digestibilidad–, con menor daño de
la proteína y mayor contenido de aminoácidos esenciales, fundamentalmente
lisina.
Por su parte, Mario Bragachini, coordinador del Proyecto de Eficiencia de
Cosecha, Poscosecha y Agroindustria en Origen del INTA Manfredi –Córdoba–, se
refirió a la importancia del agregado de valor en origen en relación al impacto
social y económico: “En los últimos años se instalaron 200 plantas de extrusado-prensado
de soja que producen aceite y expeller a nivel de pymes”, esto se traduce en
“más de 1.300 puestos de trabajo directo que le permiten al productor recibir
una mayor renta por el grano de soja”.
Producir expeller y aceites con calidad es uno de los puntos críticos de
control en una planta de extrusión-prensado de soja. Méndez y Bragachini
acuerdan en que la formación del clúster potenciará a esta temática hacia
proyectos mucho más ambiciosos que los actuales, con mayor generación de puestos
de trabajo y renta.
Según un relevamiento realizado por el INTA, se detectaron 153 plantas en
funcionamiento en las provincias de Buenos Aires (60), Santa Fe (43) y Córdoba
(50).
Se estima que para junio de 2011 se instalarían 150 nuevas plantas en todo el
país, que sumadas a las ya existentes totalizarían unas 300 plantas a escala
nacional. Por otra parte, la producción total de soja extrusada prensada en
origen en la Argentina sería de 3,5 millones de toneladas, lo que daría lugar a
3.400 nuevos puestos de trabajo directo en origen, relacionados a la soja.
- Más información: José María Méndez - INTA Totoras atotoras@correo.inta.gov.ar