Luis Romero y Juan Mattera analizaron que si bien el maíz y los sorgos, según zonas, son los cultivos más utilizados para conservar en forma de silaje, “una alternativa viable que se puede incluir dentro de la secuencia de cultivos para conservar es el trigo”.

La siembra de este cereal de la campaña 20010-2011 acaba de comenzar con implantaciones puntuales. “Este cultivo puede entrar en la rotación luego del maíz o sorgo ya que sembrado a fines de abril o mayo puede ser picado en octubre o noviembre y luego seguir la secuencia con un sorgo o un maíz de segunda para silaje”, sostuvieron en un estudio publicado por Engormix.

Consideraron que “el trigo permite además poder contar en el verano con un forraje conservado para complementar la alfalfa, o también cubrir la falta de volumen en el verano cuando se termina el maíz o el sorgo”. Para conocer su efecto sobre el rendimiento y la calidad del forraje, en el INTA Rafaela se realizaron estudios sobre el comportamiento de esta especie durante el ensilaje. El valor nutritivo mejoró levemente al cortar el forraje en el estado de grano pastoso.

Los resultados pusieron de manifiesto que el trigo puede ser una muy buena opción para incorporar en una secuencia de cultivos forrajeros con la finalidad de producir forraje para ser conservado con la técnica del ensilado. Según la FAO, organismo de las Naciones Unidas que se ocupa de la alimentación y el combate al hambre considera que el ensilaje en operaciones ganaderas, en gran escala representa uno de los insumos comerciales más empleados. El organismo destaca su utilidad como una reserva para épocas de sequía, lo que implica ensilar hierba o cultivos bajo condiciones óptimas.

Algunas estimaciones indican que Argentina podría producir 10 millones de toneladas de trigo contra los 7.5 millones del ciclo anterior.