Una serie de recomendaciones para los productores que están pensando en usar trigo como alimento para bovinos, debido a que no encuentran mercado para su producción, entregó el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de Chile (INIA).
El investigador del INIA Remehue, Juan Carlos Dumont explicó que el trigo, por su alto aporte de energía, es un recurso de excelente calidad para ser incorporado en las raciones alimenticias destinadas a vacas lecheras. Sin embargo, este cereal debe estar en condiciones para ser entregado a las vacas.
Sobre las ventajas del uso de trigo en la alimentación animal, el especialista en praderas y producción de leche de INIA afirmó que el trigo al igual que el maíz- es un complemento ideal en las raciones que contienen alta proteína, como ocurre habitualmente en sistemas productivos del sur de Chile basados en el pastoreo de praderas, sobre todo en otoño, ya que en esta época la calidad de la proteína de la pradera tiende a disminuir por tener una mayor proporción de nitrógeno no proteico.
En primavera también es importante incorporar trigo, ya que por los altos niveles de proteína en el forraje, es necesario tener una fuente de energía que ayude a aprovechar el nitrógeno libre en el rumen y transformarlo en proteína microbiana, para que sea aprovechada por el animal, lo que mejora en general los niveles de producción de leche y favorece el aumento de peso en animales de carne.
Asimismo, indicó que el trigo permite disminuir las pérdidas de nitrógeno a través de la orina y fecas, con lo cual se reducen también potenciales impactos en el medioambiente.
Esta temporada, debido al clima, se está cosechando trigo con alta humedad, lo que ha dificultado su comercialización y almacenamiento.
Para poder almacenarlo, el trigo no debe sobrepasar un 14 % de humedad, con lo que también se evitan problemas de fermentaciones indeseables.
Ante la dificultad para secar el trigo húmedo, ya sea a través de un proceso industrial o usando otros métodos manuales en los predios, hay productores que están analizando la posibilidad de almacenar este trigo con exceso de humedad en bolsas, como se hace con el maíz húmedo, sin embargo la información científica disponible hasta ahora es muy escasa al respecto y no existe un protocolo que haga fiable esta recomendación, ante lo cual se hace necesario realizar un proyecto de investigación específico sobre este tema.
Para los productores que deseen usar trigo en alimentación animal, se recomienda que el grano este seco y sea aplastado o triturado para una mejor digestión y así evitar su pérdida a través de las fecas, debido a una digestión incompleta.
Por su almidón un poco más fermentable que el de maíz, es recomendable entregar un máximo de 4 kilos de trigo al día repartidos en dos o tres veces al día para evitar problemas de acidosis.
También existen experiencias en el uso de trigo brotado. Este tipo de trigos, aunque con algunos cambios en su composición del almidón, continúa siendo una alternativa para la alimentación de vacas y novillos de engorda. No obstante, también debe secarse para poder almacenarlo y evitar problemas de hongos que puedan generar toxinas.
Por esto, es necesario, tomar la precaución de revisar regularmente el trigo y observar posibles manchas y olores extraños que puedan indicar presencia de microorganismos u hongos, lo que es un claro síntoma de calentamiento de los granos.
Si esto fuera el caso, se debe actuar con cautela, por ejemplo, disminuyendo las cantidades y derechamente evitando su entrega a vacas de pre parto. Del mismo modo no se debe suministrar a animales monogástricos como cerdos y aves y tampoco a terneros.
Una recomendación adicional para el trigo brotado es aumentar la frecuencia de alimentación al menos a tres o cuatro veces por día para evitar problemas de acidosis.
La adición de bicarbonato u otros productos que controlan el pH de rumen son alternativas obligadas al momento de pensar en la incorporación de trigo en raciones para vacas.
Claves para suministro de trigo:
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Dar máximo 4 5 kilos por día.
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Aplastado
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Repartidos en dos o tres veces al día
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Entregar un ayudador de pH ruminal (Bicarbonatos u otros)