Pero se resume en cinco artículos tan breves como contundentes, que establecen remover a Redrado del cargo, evitar el paso de la decisión por el Congreso y denunciar al hasta ayer titular de la autoridad monetaria ante la Justicia. Pero aún más duros son los considerandos del decreto número 18, que será publicado hoy en el Boletín Oficial:

No se constituyó aún el Fondo del Bicentenario, como ordenó la Presidencia, por “la actitud remisa del señor Presidente del Banco Central de la República Argentina”.

Acusa a Redrado de intentar evitar y suspender la reunión de Directorio de ayer, y reseña que el funcionario invocó que el tratamiento de los temas incluidos en la carpeta “no revisten el carácter de urgente”.

“La legitimidad y los alcances de la actuación de los poderes del Estado no pueden quedar a merced de la apreciación personal de cada funcionario”, como presuntamente hizo hecho Redrado, sostiene el DNU.

Que la actitud de Redrado emerge “como un obstáculo para la renegociación, reprogramación y pago de la deuda y sus intereses”.

Acusa al titular del BCRA no sólo de no cumplir con las reglas “sino que intenta evidentemente erigirse en un obstáculo para el cumplimiento de la normativa”.

Enfatiza que quien “debe preocuparse por el cumplimiento de las normas se niega a aplicarlas, y además trata de entorpecer o desconocer la acción del Directorio de la entidad, siendo ello inadmisible”.

Que tal actitud “violenta cualquier sistema y trastoca cualquier orden instaurando una suerte de anarquía”.

Que, de todas formas, la sugerencia del Congreso no es vinculante.

Que no ejecutar lo que la norma manda, desbaratar o entorpecer el funcionamiento del Directorio es algo que “por su gravedad” obliga a “proceder a la remoción ante tamaño incumplimiento”.

Que las causales de remoción por “mala conducta” implican para las autoridades que se ha perdido “esa condición de idoneidad, lo que parece de directa aplicación a este caso.

Cita el rechazo de la Asociación de Bancos Argentinos a la actitud de Redrado.

Para justificar la exclusión del Congreso en la remoción de Redrado, indica que el Parlamento se encuentra en “pleno receso estival” y que las comisiones del Senado cuyos presidentes deben integrar la Comisión que debe aconsejar a la Presidenta “no se han constituido”