Con lluvias que se ubican un 60% por debajo de la media histórica, en los lotes ganaderos del sudoeste bonaerense se ven animales mal terminados, que evidencian un bajo estado corporal.
En esta región, las precipitaciones en el último mes no superaron los 30 mm.
En las localidades de Torquinst, Bahía Blanca y Puán, las precipitaciones no alcanzaron los 15 mm. La media histórica de la zona se ubica sobre los 650-700 mm/año.

A este panorama debe agregarse escasos volúmenes de pasto, reservas forrajeras que se encuentran al límite y una creciente descapitalización por parte de los productores ganaderos. En esta región, las consignatarias ponen a la venta un número cada vez mayor de bovinos, con encierres que superan las 5.000 cabezas.

En diálogo con Infocampo, los Ing. Agr. Aníbal Fernández Mayer y Héctor Pelta, del Inta Bordenave, explicaron que una de las estrategias posibles para enfrentar esta situación es dejar en pie maíz o sorgo, en especial granífero o BMR, que son híbridos forrajerosazucareros de alta calidad.

Este modelo debe complementarse con verdeos de invierno, como avena
o centeno.

Esta práctica permite que los cultivos aporten fibra y energía, mientras que el verdeo suministrará la proteína necesaria para obtener ganancias de peso aceptables.

El profesional destacó que en la región sudeste, en terneros de razas británicas de 170-180 kg, con una carga de 2 a 4 animales/ha, esta modalidad permite alcanzar en el período otoñoinvierno ganancias de peso diarias de 600 a 700 g/día/animal. "Se pueden obtener buenas ganancias de peso en terneros de destete y vacas de cría o refugo", destacó.
Este planteo implica que el potrero debe estar cerrado por un período de 8 a 10 meses, sin poder darle otro destino. "Con las condiciones de suelo de esta región, a veces debe sacrificarse algún lote, para garantizar tener a los animales durante el otoño-invierno en buenas condiciones corporales", explicó el profesional.

El costo de producción de este esquema se ubica sobre $1,20 por kg producido. Este valor comprende el gasto del cultivo de sorgo BMR y un verdeo de avena.

En este esquema, si los verdeos son insuficientes, se pueden suministrar subproductos industriales con aporte proteico, como pellets de girasol, soja o cebada.

Suplementos y dietas.

En el caso del afrechillo de trigo, F. Mayer explicó que brinda un aporte de proteínas de hasta un 17%, y es apto para suministrar desde terneros de destete hasta novillos. "Complementado con grano de cereal es útil para la terminación de animales y como suplemento para vaca de cría", sostuvo.

En el armado de dietas, el profesional explicó que para complementar el cereal se puede utilizar rollos, mientras que para la fuente proteica se puede emplear pellet de girasol.

Con estos elementos como punto de partida, F. Mayer y Pelta diagramaron un plan de dietas para distintas categorías, que abarca desde terneros de destete hasta vacas de cría preñadas.

En este punto, el profesional destacó que estos planteos deben tomarse como dietas de emergencia, y no como un método de engorde a corral.

Para terneros de destete, con un peso de 200-220 kilos, una ganancia de peso adecuada debe ser de 500 a 700 g/día.

En esta categoría, la ganancia de peso mínima por día debe ubicarse en esta cifra por dos razones. En primer término, esta cifra asegura que no afectará su crecimiento y desarrollo futuro. En segundo lugar, si la situación de los pastos mejora, el animal llega con un mejor estado corporal F. Mayer explicó que una dieta para alcanzar esta ganancia de peso debe confeccionarse en base a 3 kg/día/animal de cereales o 1,5 kg/día de pellets de girasol y rollo.

Las vaquillonas de reposición de 250 kilos requieren una ganancia diaria de peso de 700 g/día. Para lograr este objetivo, la dieta debe incrementarse en un kilo.
En esta categoría, la dieta deberá confeccionarse en base a 3-3,5 kg/día de granos y 2,5 kg/día de pellets.

Para vacas de cría preñadas, con un peso de 400 kilos, la ganancia de peso diaria debe ubicarse sobre los 500 g/día.
Para estos animales, una dieta debe contener 2 y 3 kg/día de cereal, y 1 kg/ día de pellets de girasol y 3 kg/día de rollo.
En esta etapa, una buena alimentación mantiene el estado corporal de la vaca y alimenta al feto, que en esta etapa crece más del 70% de su peso.