Cada día que pasa es peor. Cosechada casi 62% de la superficie sembrada con soja, semana a semana se van achicando las previsiones de producción, y con ello se complican muchas variables de la economía. Ayer, la Bolsa de Cereales redujo otra vez su pronóstico de cosecha, hasta 36,2 millones de toneladas. Otros analistas afirman que será peor y no habrá más de 35 millones. En este escenario, la merma en los ingresos por exportaciones llegaría a US$ 15.000 millones.
La sequía fue implacable. El enfrentamiento entre campo y Gobierno aportó lo suyo. Lo cierto es que a medida que avanzan las cosechadoras se confirma un escenario calamitoso: la cosecha global podría ser hasta 30 millones de toneladas menor que la de la campaña 2007/08. Del récord de 97 millones se caería a 66,8 millones de toneladas, según los últimos números de Gustavo López, de la consultora Agritrend.
En su informe semanal, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que los rendimientos de la soja, lejos de mejorar, son cada vez más chicos: promedian los 21,9 quintales por hectárea, con una caída de 26,5% respecto del ciclo anterior. En consecuencia, la entidad volvió a corregir su pronóstico de cosecha, de 37 a 36,2 millones de toneladas. Son 10 millones de toneladas menos que las logradas el año pasado. O 15 millones menos de las que se esperaban cuando se inició la campaña.
La situación es semejante para el maíz. Cuando resta cosechar 30% del área sembrada, la Bolsa achicó su estimación de 13,5 millones a sólo 13 millones de toneladas. Con relación al año anterior, la merma de la cosecha será del 40%.
Con la campaña ingresando en tiempo de definición, Agritrend señaló que la cosecha global 2008/09 podría llegar a ser 31% menor a la de un año atrás. Pero como además cayeron los precios de exportación, la baja del ingreso de agrodólares al país podría retroceder hasta 40%. Si la cosecha anterior valió U$S 32.334 millones, la nueva valdrá solo U$S 17.248 millones. Unos US$ 15.000 millones quedaron en el camino.
Diversos análisis económicos muestran que para los chacareros es un año perdido: el rojo por hectárea promedia los US$ 200. El Estado, que mantiene retenciones de 35% para la soja, también recaudará menos. Según las cuentas de Agritrend sus ingresos caerían de US$ 9.400 a US$ 5.300 millones.
La balanza comercial, el superávit fiscal y la presión sobre el dólar son variables que habrá que vigilar de cerca a partir de este fuerte quiebre productivo.