Declarada nuevamente la guerra entre el campo y el gobierno, nadie sabe que pasaría si se diera una escalada en el precio de la carne en góndola. ¿Seria capaz el gobierno de cerrar nuevamente las exportaciones? Los que piensan que es muy posible, sostienen que los K van a hacer lo que sea para mantener los votos del conurbano y que en el sector agropecuario no tienen votos que defender. También es posible que sin anunciarlo sigan negando ROES a fin de volcar toda la faena al mercado interno. Esto genera un clima de desconcierto que frena muchas decisiones de compra y venta.
El gobierno, a contramarcha del faltante de carne, ya anuncio que durante abril van a tener en oferta seis cortes a $6,50 el kilo. Lo venderán los fines de semana en las principales cadenas de supermercados e incluiría paleta, cuadrada, carne picada, r. beef colita de cuadril y cuadrada.
Para ganar las elecciones necesitan entre otras cosas mantener la carne
barata, cosa que no esta ocurriendo ya que se vienen dando aumentos progresivos
en el precio.
La gran pregunta es quien pagara la fiesta. Los productores ya conocen la respuesta desde hace tiempo.
Para que haya un aumento de la producción y se genere una oferta que permita cubrir el mercado interno y colocar altos volúmenes de saldos exportables, se necesita dar un vuelco total en el enfoque de las políticas ganaderas y trabajar con un horizonte a largo plazo. Con este gobierno no hay posibilidades de recomponer el sector. Solo se manejan con la política del subsidio a algunos y control de precios y mercados.
El clima sigue jugando en contra en muchas zonas ganaderas. La falta de lluvias impide la siembra de los verdeos y de las pasturas y genera un faltante de pasto otoñal que complica los engordes. No esta saliendo hacienda gorda de campo y los feed lots todavía no han comenzado a sacar los terneros que encerraron a partir de mediados de enero. Se espera que para fin de abril comiencen a aparecer estos lotes de hacienda especial de consumo. Igualmente se sabe que van a faltar novillos pesados en la faena.
Esta semana no hubo operaciones en Liniers ni en venta directa por el paro rural. Hay mucha presión compradora por parte de los frigoríficos, quienes ofrecieron precios increíbles a quien pudiera enviarle hacienda a faena durante el paro. Las cámaras se han vaciado y algunos dicen tener carne solo para dos días más. Esto va a tonificar los precios hasta que se reponga lo vendido durante estos 7 días.
La invernada tiene una demanda activa aunque no convalida precios superiores a $3,60 en lo que respecta al ternero macho y $3,50 a la hembra, en ventas directas. En los remates los precios son superiores, influenciados por los plazos de pago que llegan en algunos casos a 90 y 120 días.