Dirigentes de la mesa de enlace agropecuaria comienzan a soltarle la mano al mediático líder de la protesta rural Alfredo De Ángeli. La amenaza del líder de la Federación Agraria de Entre Ríos de cortar el paso al transporte internacional, que proviene de Brasil, Paraguay y Uruguay y circula por la ruta 14 si el Congreso no reúne el quórum para bajar las retenciones, terminó de descolocar a los representantes formales del agro, que no quieren ganarse la antipatía de la mayor parte de la sociedad. Por eso, para descomprir la situación, intentan convencer a los manifestantes de quedarse a la vera de la ruta y pierde fuerza la corriente que pugna por continuar con el paro la semana próxima.

“Hablamos con la gente de que hay cosas que no caen bien en la sociedad”, confió un dirigente de peso de una entidad, en estricto off the record, cuando El Cronista preguntó si querían convencer a los chacareros más díscolos de evitar los cortes de ruta. El ruralista, sin embargo, dijo entender a los que, por su situación, se manifiestan de esa manera: “Lo único que tenemos (para persuadir a los protestantes) es la palabra. Contra eso está la realidad política y económica que impone este gobierno”, justificó.

Varios ruralistas reaccionaron contra de De Ángeli, que el martes amenazó con impedir el paso por Gualeguaychú del transporte internacional que lleve cualquier tipo de mercaderías. Aunque ningún integrante de la Mesa de Enlace quiere contradecirlo en público, repiten que la actitud del líder de los autoconvocados no gustó.

Dirigentes de Confederaciones Rurales (CRA) y la Sociedad Rural (SRA) repudiaron por lo bajo a De Ángeli. “La SRA ratifica que el cese de comercialización se realiza en los términos enunciados el viernes pasado”, dijo un vocero de esa entidad. Desde ambas organizaciones admiten que “el melli” se les está escapando de las manos. “No compartimos ese tipo de actitudes, pero no podemos contradecirlo”, sostienen.

Demostración de fuerza

El presidente de Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, convocó al acto multisectorial que hoy a las 17 se desarrollará en Armstrong, al sur de Santa Fe, en la intersección de las rutas 9 y 15. Llamó a convertir a esa ciudad en “la capital nacional de la protesta” porque allí se ve cómo la realidad de los productores se “derrama” hacia otros sectores de la sociedad, que sufren el cierre de fábricas y la escalada del desempleo. Pero también para desbancar a Gualeguaychú, el bastión de De Ángeli, de ese podio. La idea es reemplazar la imagen de la pelea entre chacareros y camioneros por la de una manifestación donde productores y obreros marchen unidos.

Por ahora, De Ángeli juega bien su papel, juzgan en FAA, ya que mantiene viva la protesta y, a pesar de sus exabruptos, “se comporta de forma orgánica”. Si el viernes, tal como se prevé, la Mesa de Enlace no renueva el paro, el autoconvocado refunfuñará pero se bajará de la ruta, especulan.

Ayer continuaron las protestas con relativa tranquilidad. Según el ruralismo, hubo 120 piquetes en los que se efectuaba control de cargas, sin cortes de ruta.

Pero la decisión de no seguir de paro –al menos, hasta ver el resultado de la próxima sesión especial convocada por la oposición para intentar bajar las retenciones en el Congreso– también tiene que ver con la escalada de la violencia. Pablo Orsolini, vicepresidente primero de FAA, denunció ayer otra quema de un campo sembrado con maíz en Chovet, en las inmediaciones de Venado Tuerto, y el robo de una plataforma maicera en Firmat.

En tanto, la presidenta Cristina Fernández tildó de egoístas a los ruralistas. En San Fernando, apuntó contra aquéllos que “con cierto grado de egoísmo” y de “intemperancia” no comprenden que deben ‘contribuir a hacer una patria diferente”.